Ucrania mantiene en suspenso capítulo gasístico con Rusia

Moscú, 1 nov (PL) El reciente acuerdo suscrito con mediación europea para descongelar los suministros de gas a Ucrania no consiguió disipar las dudas sobre la solvencia financiera de Kiev frente a los millonarios adeudos y alejar el fantasma del conflicto con Rusia.
La esperada avenencia, tras más de seis meses de negociaciones, fue sellada en la madrugada del viernes por los representantes de Rusia, la Comisión Europea (CE) y de Ucrania, con lo cual Gazprom garantiza el plan de suministro de invierno al país vecino, y tranquiliza a los consumidores europeos, dependientes del carburante ruso en casi un 30 por ciento.
Por las tuberías del sistema de gasoductos, heredado por Ucrania tras la desintegración de la Unión Soviética, transita hacia Europa el 50 por ciento del combustible azul suministrado por la nación euroasiática.
Sin embargo, para Rusia el documento no representa una garantía de que la compañía ucraniana Naftogaz cuente con los recursos financieros necesarios para afrontar los pagos de la deuda acumulada desde 2013 ante el proveedor ruso, superior a los cinco mil millones de dólares.
El ministro de Energía, Alexander Novak, dijo en rueda de prensa a su regreso a Moscú que Rusia no tenía garantías concretas sobre la solvencia de Naftogaz para efectuar el prepago prometido en las próximas 48 horas.
Indicó que los responsables oficiales -tanto europeos como ucranianos- dieron por seguro que los recursos se hallarán.
Prevalece el criterio en los medios rusos de que el mayor problema es la insolvencia ucraniana para honrar un prepago de casi mil 600 millones de dólares por los cuatro mil millones de metros cúbicos que solicitó Kiev para la temporada de las heladas.
En adición, Gazprom exige el desembolso de un primer tramo de mil 450 millones de dólares de la deuda global, correspondiente a noviembre y diciembre de 2013, declaró este sábado al canal Rossia 24 el presidente de la junta de directores de Gazprom, Alexéi Miller.
La UE cifra esperanzas en que las instituciones multilaterales de crédito como el Fondo Monetario Internacional se involucren en el financiamiento a la estatal compañía ucraniana, la única que compra gas ruso en ese país.
En virtud del acuerdo adicional rubricado entre los titulares de Gazprom, Alexei Miller, y de la ucraniana Naftogaz, Andréi Kobolev, la exrepública soviética recibirá los volúmenes concertados hasta marzo a un precio «de rebaja» de 385 dólares por mil metros cúbicos, pero bajo la condición de un pago adelantado.
Antes de fin de año deberán depositarse a las cuentas de Gazprom tres mil 100 millones de dólares adeudados por el hidrocarburo ya consumido.
No tenemos en papeles la confirmación de que los fondos para el prepago están en las cuentas de Ucrania, aseveró Novak.
El primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, promulgó este sábado una disposición sobre los aranceles aduanales por los suministros de gas a Ucrania, hasta el 31 de marzo de 2015.
De acuerdo con el decreto, el arancel de exportación dependerá del precio fijado en el contrato bilateral y a partir de un descuento de 100 dólares si el costo es de 333 dólares y más por mil metros cúbicos de gas.
Si la tarifa de mercado baja respecto al citado coste, el descuento será de 30 por ciento de ese precio base fijado por el gobierno ruso.
El plan de invierno pactado contempla una tarifa preferencial para Ucrania en noviembre y diciembre de 378 dólares por mil metros cúbicos de gas.
Un comentario del periódico ruso Gazeta Independiente asegura que Kiev aceptó a última hora las condiciones de Gazprom, sin enmiendas, no por la proximidad de las heladas, en medio de los recortes de la calefacción a la población, sino por el temor a que Alemania suspendiera las reexportaciones de combustible a Ucrania.
El gobierno ruso hizo oficial este sábado la rebaja temporal en el precio de gas tal como se acordó en Bruselas, mientras Gazprom ratificó que reanudará el bombeo dos días después de que Kiev cumpla las condiciones del convenio del 30 de octubre.
Queda por ver si Ucrania está dispuesta a disipar todas las dudas alrededor del entuerto gasífero y evitar otra «guerra del gas», similar a las acontecidas en 2006 y 2008-2009 entre Moscú y Kiev.