La cinta de Vicente Ferraz acerca de la participación brasileña en la Segunda Guerra Mundial obtuvo el Mucuripe a la Mejor Película Iberoamericana
(N22) Con una celebración llena de emociones y alegría culminó la edición número 24 del Festival Iberoamericano de Cine Ceará, uno de los encuentros y ventanas fílmicas más importantes para el cine iberoamericano en Brasil.
El pasado sábado 22 de noviembre el Teatro José de Alencar abrió por última vez sus puertas a los cientos de cinéfilos, realizadores, integrantes de la comunidad cinematográfica, periodistas y críticos de Brasil e Iberoamérica que durante una semana de actividades disfrutaron no sólo de las producciones de sus respectivos países sino de compartir sus conocimientos en diversos foros y conferencias, lo que permitió un intercambio cultural rico en perspectivas y aprendizaje acerca del cine iberoamericano contemporáneo.
La película brasileña Ruta 47 (A Strada 47), uno de los filmes con mayor despliegue en términos de producción, recreación histórica, fotografía y dirección de arte (que además narra una historia que el cine brasileño) jamás había abordado en pantalla, la participación de tropas de este país en la Segunda Guerra Mundial con un batallón de 26 mil hombres que dieron sus vidas por la lucha contra el fascismo alemán, se alzó como la gran ganadora del 24 Festival de Cine Ceará de Fortaleza.
El Jurado Oficial integrado por cineastas y críticos de Perú, Argentina, Portugal, Colombia y Brasil otorgó a la cinta de Vicente Ferraz el máximo galardón del certamen, el Premio Mucuripe al Mejor Largometraje Iberoamericano, así como el reconocimiento a la Mejor Dirección de Arte por el magnifíco trabajo de Sergio Tribastone.
El destacado filme de la dupla de cineastas méxico-dominicana, Israel Cárdenas y Laura Guzmán, Dólares de arena, una fuerte contendiente y una de las favoritas de la crítica iberoamericana, sorprendió al sólo recibir un premio en la categoría de Mejor Sonido, que recayó en Alejandro Delcaga y Diego Gat. Sin embargo, el Jurado Olhar Universitario le hizo justicia declarándola la Mejor Película del Festival.
La española Os fenomenos, de Alfonso Zarauza, fue otra de las triunfadoras recibiendo el Mucuripe al Mejor Guión para Zarauza y Jaione Caborda, así como a la Mejor Fotografía para Alberto Díaz y Mejor Banda Sonora Original para Piti Sanz e Anxo Graña.
Obediencia Perfecta, filme en competencia por México, basado en hechos reales de las víctimas de abuso sexual y psicológico por parte del Padre Marcial Maciel, líder de la congregación religiosa Los Legionarios de Cristo, fue distinguida con un par de premios en las categorías de Mejor Dirección, para Luis Urquiza y Mejor Actor para el joven Sebastián Aguirre, quien interpreta a uno de los niños abusados por Maciel.
La Mejor Actriz fue la chilena Loreto Aravena, quien da vida a una mujer que lucha contra el sistema por recuperar su identidad en la ópera prima de Isidora Marras, No soy Lorena, mientras que el premio a la Mejor Edición recayó en Luis Marques por su trabajo en el documental La vida privada de los hipopótamos, coproducción Brasil-EUA.
Este filme también fue el triunfador del Premio de la Crítica otorgado por Abraccine, la Asociación Brasilera de Críticos de Cine, jurado conformado por tres renombrados críticos brasileños y un par de críticos de Argentina y Perú, que seleccionó este filme como el Mejor Largometraje Iberoamericano «por su uso inventivo y experimental del lenguaje, y su capacidad para navegar entre el documental y la ficción».
En la categoría de Mejor Cortometraje de Brasil el ganador del Premio de la Crítica fue Historia natural de Julio Cavani «por su contraste de dos universos opuestos, su atmósfera densa y enigmática y su alta calidad en la realización».
Por otra parte, el Jurado Oficial eligió al filme Edifício Tatuapé Mahal, de Carolina Markowicz y Fernanda Salloum, como el Mejor Cortometraje de la competencia brasileña.
Durante la ceremonia se realizó un importante homenaje al cineasta, productor y guionista argentino Daniel Burman, uno de los máximos representantes del llamado «Nuevo cine argentino», quien recibió el premio Eusélio Oliveira por sus aportes a la cinematografía. El realizador de filmes como El abrazo partido y El nido vacío, agradeció emocionado al festival por tan alta distinción y reflexionó acerca de lo importante que es disfrutar de cada momento en esta incertidumbre que es la vida.
Con una fiesta amenizada por el grupo de rock brasileño Los Renegados que se celebró a espaldas del Teatro, llegó a su fin la 24 edición del Festival de Cine Ceará que volvió a reunir una vez más lo más reciente de las producciones iberoamericanas contemporáneas al tiempo que propició el diálogo y el encuentro de la comunidad cinematográfica de iberoamérica.