Damasco (PL) Las fuerzas armadas sirias culminan el año con una serie de victorias que le permitieron liberar numerosas zonas y ciudades ocupadas por los grupos armados, que sufrieron fuertes pérdidas tanto en hombres como en material.
Por su importancia estratégica y política, la lucha en los alrededores de Damasco fue uno de los puntos vitales en 2014.
Como parte de su campaña, el ejército logró lenta pero inexorablemente arrebatarle a los irregulares varias bases desde las cuales lanzaban andanadas de obuses de morteros e intentaban infiltrarse en esta capital.
En la extensa región de Guta oriental, colindante con esta urbe, las tropas gubernamentales conquistaron las ciudades de Zibdeen, Mleha y Adra, esta última con uno de los principales parques industriales del país.
Ahora los cañones apuntan hacia Duma, el principal bastión de los extremistas en la zona.
Otro frente crucial es el norte, donde los uniformados están a punto de cortar las vías de suministro de los extremistas que ocupan el este de Alepo, el corazón industrial de Siria y la ciudad más poblada antes del inicio del conflicto.
En junio último las fuerzas armadas lanzaron la operación Tormenta del Norte con el fin de liberar los barrios en manos de los radicales.
Desde entonces, lograron importantes triunfos en los alrededores de Alepo en medio de feroces enfrentamientos con las organizaciones opositoras presentes en la zona, entre ellas el Frente al Nusra, brazo de Al Qaeda en Siria.
Como parte de esa operación, fueron capturadas la colina más alta de la provincia en Tal Madafa y las granjas de Halabi, en las cercanías del también liberado poblado de Handarat y gran parte del área circundante.
Además el ejército conquistó la localidad de Al Jubeileh, la antigua fábrica de vidrio y la planta de cemento, aledaña a la urbe.
A causa de ese avance, el corredor que sirve de vía de aprovisionamiento a los grupos islamistas desde el norte se estrecha cada día más.
También en la central provincia de Hama las fuerzas armadas se anotaron importantes triunfos tras derrotar una ofensiva lanzada por el Frente al Nusra a finales de septiembre y pasar al contraataque.
Durante la operación, los soldados capturaron docenas de pueblos y localidades, entre ellas la estratégica ciudad de Morek, que le abrió las puertas de la vecina gobernación de Idleb, más al norte.
En el oriente se reactivaron los combates contra el Estado Islámico (EI), en especial en Deir Ezzor, capital de la provincia de igual nombre, ocupada parcialmente por la organización terrorista.
Allí los soldados avanzan en medio de fieros enfrentamientos hacia su centro.
Los miembros del EI están prácticamente cercados en Deir Ezzor, excepto por el este, aunque el río Eufrates (que divide la urbe) está bajo fuego de artillería y la aviación del Ejército.
Por otra parte, esa formación islamista se ha visto incapaz de controlar la norteña ciudad de Ain al Arab (Kobane para los kurdos), donde se enfrenta a una guerra de desgaste contra sus defensores.
Aunque se estabilizó el frente en noviembre, la situación es más compleja en las sureñas provincias de Quneitra y Daraa, donde están en curso violentos combates.
Paralelamente a las operaciones militares, el Gobierno impulsa un proceso de reconciliación nacional para terminar con el conflicto, que ha causado más de 200 mil muertos.
Como parte de la iniciativa, este 2014 miles de irregulares entregaron sus armas en diferentes puntos de la geografía siria, tras lo cual recibieron el indulto de las autoridades.
Otro punto en favor del Ejército fue la continuación en los últimos meses de los violentos enfrentamientos entre las distintas facciones armadas.
Los egos, las disputas internas y luchas de poder son comunes entre la llamada oposición armada en Siria.
A esos problemas se sumaron el amplio abanico ideológico y religioso, que tiende a radicalizarse, y las diferencias entre sus variados patrocinadores extranjeros, que en muchas ocasiones empujan a sus asalariados a combatir entre sí.
Un claro ejemplo fueron los recientes choques en Idleb. Allí el Frente al Nusra arrebató varias poblaciones a la coalición Frente Revolucionario Sirio, respaldado por Estados Unidos y sus aliados occidentales.
Al Nusra y el EI mantienen su propia guerra particular en su afán por erigirse como el núcleo de las fuerzas islamistas en este país levantino.
* Corresponsal de Prensa Latina en Siria.