(NG) Alberto Tovar Castro, catedrático del Tecnológico de Monterrey, sugiere que después de los embates del Buen Fin, todavía falta la presión de los negocios que desean quedarse con el aguinaldo de los trabajadores, por lo que la única forma de dejar de gastar ante la avalancha publicitaria y entorno de compras de la época es a través de un presupuesto.
Y es que en opinión del catedrático “el dar presentes genera una gran satisfacción; sin embargo, valdría la pena sopesarlo conforme al uso alternativo del recurso y ya estableciendo una gran cantidad máxima de dinero, ceñirse a ella en función de los compromisos”.
De esta forma la primear forma sobre cómo destinar el aguinaldo reside en que éste y los bonos que se otorgan en diciembre, no son ingresos extraordinarios; son parte del sueldo y deben ser considerados integralmente para cubrir las necesidades de todo el año.
La segunda forma es que hoy día existen personas que viven una crisis de liquidez en forma permanente y persiguiendo la quincena todo el tiempo, por lo que tener un monto de recursos como contingencia ayuda a evitarlo.
Tovar Castro especifica que la tercer razón que debe “poner a pensar” al consumidor antes de ponerse a gastar, es revisar los pasivos de corto plazo, como son las tarjetas de crédito o los adeudos fijados a la nómina, ya que sería una buena oportunidad para bajar saldos de deudas caras.
Sobre la incapacidad para ahorrar, el catedrático define que esta es otra razón para el destino del aguinaldo, ya sea a través del sistema bancario o entrando a algún fondo de inversión en una casa de bolsa. Incluso, puede ser la semilla para compras de mayor envergadura, como la adquisición de una casa o un auto.
Otro elemento en el cual se puede destinar el aguinaldo es contratar un seguro escolar y asegurar la educación universitaria de sus hijos. “Esta es una manera de amarrar el ingreso y dejar de estar sujeto a la tentación de gastarlo; al pasar el tiempo verás que el esfuerzo tuvo sus frutos”, menciona Tovar Catro.
Así mismo, el experto en finanzas destaca que la famosa cuesta de enero es inevitable y es fundamental hacer un cálculo de cuánto se requerirá para pasarla. Es frecuente que después de la “borrachera” de los gastos de diciembre, venga la cruda realidad de los pagos de inicios de año.
Por esta razón, “hacer un listado de necesidades en casa es una forma de fijar prioridades y hace posible que los recursos se pueden utilizar para otras cosas importantes como el cambio de algún bien mueble dentro del hogar o incluso a la atención de la salud de achaques que no se han atendido por falta de dinero” concluye Tovar Castro.