¡Tener o no tener hijos, es la cuestión!

Por Guillermo Robles Ramírez

Sin duda alguna la declaración del obispo de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, Felipe Arizmendi Esquivel, sobre la posición de la Iglesia de no validar los matrimonios que decidan el no tener hijos aunque sea ante la presencia de cualquier obispo o el mismo Papa, ha causado un gran revuelo entre la comunidad católica y además de los diferentes diarios del país.

Todo esto como producto de una declaración del Papa Francisco que vuelve a ser motivo de los principales titulares internacionales cuando hizo una rueda de prensa en el avión mientras regresaba a Roma después de visitar Filipinas, en donde su declaraciones fueron: “no tienen que hacer hijos en serie”, ni ser “disculpen la palabra, como conejos”.

Si bien es cierto que la prensa tomó solamente algún extracto de su mensaje cuando se refería a la responsabilidad paterna, también lo es que la misma Iglesia se dice y se contradice no solamente cuando se trata en meterse en problemas con las noticias, sino también lo hacen en la práctica cada vez que realizan al menos en nuestro país las famosas pláticas prematrimoniales.

Siempre he sido un convincente de que muchas de las dizques leyes de Dios, están reinventadas o hechas a conveniencia de la Iglesia y, fuera de los Diez Mandamiento el resto son las leyes hechas por el hombre, sin embargo, mi convicción no va en contra de practicar los usos y costumbres que la Iglesia impone como requisito para dar cumplimiento a los siete Sacramentos.

De los siete, uno de ellos es el del matrimonio del cual ha sido un dolor de cabeza tanto para los católicos ya que como requisito indispensable es llevar las pláticas prematrimoniales a las que la mayoría de quienes quieren casarse le sacan la vuelta por considerarlo como fastidioso cursar de seis a cuatro domingos desde las 7 u 8 de la mañana pláticas de ocho horas en donde es una guía que ciertamente si son buenas.

Pero cuando tocan el tema de los hijos ahí es en donde empiezan las controversias, discusiones y desacuerdos sobre la posición de la Iglesia con respecto a la natalidad.

Para comenzar desde el momento que se les dice a las parejas a punto de casarse con respecto a las prácticas de los diferentes usos de preservativos o cualquier método anticonceptivo, a partir de ahí, se está incumpliendo el quinto Mandamiento de Dios: No matarás

El único método autorizado por la Iglesia para el control de la natalidad es el uso del Método Billings siendo Coahuila uno de los pioneros en incorporar la enseñanza del mismo dentro de las pláticas prematrimoniales. Práctica que en simple apariencia puede sonar muy fácil pero en realidad es un poco más complejo y difícil de poder llevar a cabo.

También es muy cierto sobre el tema de la responsabilidad paternal respecto a cuántos hijos deben de tener, empero, una posición dentro de la Iglesia para decidir el número perfecto es el tener dos niños y dos niñas para que ambos sexos tengan con quién convivir y jugar.

Ambos puntos siempre han generado discusiones dentro de los lugares donde se llevan a cabo las pláticas prematrimoniales en donde por una parte los jóvenes se confunden y no están de acuerdo al uso del Método Billings prefiriendo los métodos de prevención o control de natalidad inventados por el ser humano y promocionado por las mismas autoridades muy a pesar de ir en contra de los principios morales de la Iglesia o su concepto de la vida antes de la fecundación. Así que quienes hayan usado ya estos métodos pueden ser considerados como pecadores aunque sea la práctica de sexo fuera de matrimonio o antes.

En cuanto a la cantidad de hijos también hay reclamos durante las pláticas prematrimoniales en donde el desacuerdo total siempre se resume con la interrogante y exclamaciones a quienes imparten los cursos: ¿Acaso la Iglesia va mantener a mis cuatro hijos?, ¡Que me los mantenga la Iglesia!

En ambas situaciones las enseñanzas dentro de éstos cursos, la misma Iglesia se dice y se contradice confundiendo más para quienes quieren cumplir con el Sacramento del matrimonio en donde por una parte se dice que tengas responsabilidad paternal en no usar ningún método anticonceptivo y por otro lado al decirte que tengas igual número de pares en hijos varones y mujeres en donde por estar intentando en igualar dicho números seguramente te llenarás de un gran número de hijos en el intento por igualar la ecuación, sin la intervención de un médico que pueda decir la fecha de cuándo se puede tener relaciones sexuales para determinar el sexo, cosa que a la fecha aún es difícil de diagnosticar para los mismos doctores más no imposible.

Contradicción de la misma Iglesia en el supuesto caso de considerarse las declaraciones del obispo de San Cristóbal de Las Casas, Felipe Arizmendi Esquivel, en no validar los matrimonios que decidan no tener hijos ya que dentro de los requisitos puesto por la Santa Sede para constituir el consumo del matrimonio es necesario tener sexo, obviamente que con tu conyugue.

Las declaraciones del Papa, de obispos o sacerdotes que ofician y los cursos obligatorios de las pláticas prematrimoniales confunden en su mayoría a quienes planean casarse o aquellos matrimonios jóvenes que han decidido practicar una responsabilidad de padres en no tener hijos hasta tener una solvencia económica e independizarse de las casas de sus padres dejándolos en la disyuntiva de tener hijos o no e inclusive hasta en la búsqueda de otra religión que la católica en donde se adapte a las necesidades y tiempos actuales. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

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