Brasilia, 31 ene (PL) La fuerte sequía que azota hoy a Brasil, calificada como la peor en 80 años, sigue golpeando con fuerza al ala sureste del país, que permanece alerta ante posibles desabastecimientos de aguas y apagones.
De acuerdo con reportes de la prensa local, en Sao Paulo, el mayor poblado de los estados con casi 12 millones de habitantes, la situación es crítica y se espera que en las próximas horas la presidenta Dilma Rousseff aborde este tema de la crisis hídrica con el gobernador paulista.
En este estado las autoridades han tomado medidas concretas que incluye cortar el servicio de agua cinco días por semana a partir de abril si persiste el problema.
El nivel de reservas del sistema de embalses Cantareira, que suministra a 8,8 millones de personas en Sao Paulo -donde la temperatura logro alcanzar los 36,5 grados Centígrados- cayó en las últimas semanas de forma dramática e incluso especialistas han afirmado que de mantenerse así esta fuente pudiera secarse en cuatro meses.
Mientras tanto, en Espírito Santo la población se mantiene alerta y el gobierno local llamó a ahorrar lo mayor posible el agua y buscar alternativas para su reutilización.
Ocho estados y el distrito federal han sentido el impacto de la sequía que ha obligado incluso a recortar el suministro de energía para evitar una crisis mayor.
Entre los lugares más afectados están Río de Janeiro, Minas Gerais, Río Grande do Sul, Paraná, Santa Catarina y Goiás.
Sequía golpea el sureste de Brasil
