Washington, 6 feb (PL) El gobierno de Estados Unidos evitó hoy confirmar la muerte de una rehén de su país en Siria durante ataques de la coalición internacional contra el autodenominado Estado Islámico (EI), como aseguró la entidad fundamentalista.
En este momento no hemos visto ninguna evidencia que pueda corroborar la afirmación del EI sobre el fallecimiento de la trabajadora humanitaria Kayla Jean Mueller, manifestó la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Bernardette Meehan.
No puedo confirmar esos reportes, indicó por su parte Marie Harf, portavoz del Departamento de Estados en su rueda de prensa diaria.
Mueller, miembro de la ONG Support to Life, trabajaba con voluntarios españoles de Médicos Sin Fronteras en la zona fronteriza entre Turquía y Siria, cuando fue secuestrada en agosto de 2013 por el grupo terrorista.
La familia de la joven cooperante había recibido pruebas de vida de Mueller y demandas por correo electrónico para que pagaran varios millones de dólares por su liberación, mientras que el gobierno estadounidense mantenía su nombre en secreto mientras negociaba su liberación.
Este viernes, el EI aseguró a través de la red social Twitter, sin ofrecer pruebas, que Mueller había muerto durante ataques aéreos de aviones de la Fuerza Aérea de Jordania en territorio sirio controlado por el grupo terrorista.
La entidad radical solo mostró imágenes del derrumbe de un edificio donde supuestamente se encontraba la ciudadana estadounidense, mientras agregó que ninguno de sus integrantes resultó herido durante el bombardeo.
EI ha reivindicado, entre otras, la ejecución de tres estadounidenses (dos periodistas y un trabajador humanitario), dos cooperantes británicos, dos rehenes japoneses y un piloto jordano.
Si se confirma la muerte de Mueller, sería la cuarta estadounidense que fallece en manos del EI.
Washington y sus aliados han realizado más de dos mil bombardeos contra objetivos de los extremistas en Siria e Iraq, además de centenares de vuelos de espionaje y aseguramiento.
Los ataques en suelo sirio, iniciados el 23 de septiembre pasado, tienen lugar en contra de la voluntad del Gobierno de Damasco, que los califica de violatorios a su soberanía nacional.
El presidente estadounidense, Barack Obama, presentará la semana próxima una solicitud al Congreso para que le autorice a usar la fuerza militar contra el EI, pues el único «basamento legal» que la Casa Blanca dice tener para la campaña es una resolución emitida por el Capitolio tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.