El Gobierno de Ángel Aguirre Rivero se aprovechó de los recursos extraordinarios asignados a Guerrero tras el paso de los huracanes Ingrid y Manuel para beneficiar con contratos a su familia y amigos: semanas después de que parte del Estado quedara arrasado, 160 millones de pesos para obras de reconstrucción fueron a parar a las empresas Comercializadora 2003 y Trabesa SA de CV.
El desastre natural más grande del sexenio les redituó al menos 10 contratos a esas empresas, es decir, de una u otra forma parte del dinero asignado para ayudar a miles de afectados por los huracanes fue a parar a sus arcas.
Ambas compañías son investigadas por la Procuraduría General de la República por lavado dinero y desvío de más de 250 millones de pesos en fondos públicos derivados de obra pública.
Fuente: Notisistema