Bruselas, 16 ene (PL) Grecia espera llegar hoy a un acuerdo con sus socios europeos respecto a la renegociación de su deuda y el fin de la política de austeridad, que ante su elevado déficit le impusieron los acreedores internacionales.
Durante el fin de semana trabajó una comisión técnica, previo a la reunión del Eurogrupo (ministros de Economía y Finanzas de la Eurozona) que pretenden junto a las autoridades griega llegar a un acuerdo sobre la propuesta del primer ministro griego, Alexis Tsipras.
Se trata de determina si Grecia debe o no pedir una extensión de su programa actual de recortes a cambio de su rescate, que expira el 28 de febrero.
El gobierno griego de Syriza, la coalición de izquierda que ganó las elecciones del 25 de enero, quiere un programa puente que le facilite afrontar los pagos que tiene por delante.
Pero rechaza las condiciones que le exigen sus socios, mientras el Eurogrupo le exige el cumplimiento de lo ya acordado y descarta una ayuda extra si no es a cambio de ajustes y reformas.
El portavoz del gobierno griego, Gavriil Sakelaridis, afirmó que la meta es acordar con qué tipo de respaldo financiero contará o no Grecia a partir de la fecha tope, qué reformas y ajustes tendrá que aplicar y cuáles podrían ser sustituidas por nuevas medidas más acordes con el programa de Tsipras.
Syriza planteó renegociar la deuda con los socios comunitarios, aunque las propuestas iniciales de Atenas no han encontrado eco favorable entre los europeos.
El pasado miércoles hubo una reunión fallida del Eurogrupo y el jueves un encuentro entre Tsipras y el presidente de ese bloque, el holandés Jeroen Dijsselbloem, quienes lograron desbloquear una tensa situación para buscar puntos comunes en las propuestas.
Dichos puntos se refieren a las peticiones de la Troika (Fondo Monetario Internacional, Banco Cental Europeo y Comisión Europea) y la posible extensión del programa de ayuda.
Los socios del Eurogrupo sopesan, incluso,una salida de Grecia de la zona euro, algo sobre lo cual el director gerente del Mecanismo Europeo de Estabilidad, Klaus Regling, adviertió sobre sus riesgos para la crisis griega.
A su juicio, una retirada de la nación helena sería la solución más cara, tanto para Atenas como para Alemania y el resto de los países del euro.