Washington, 23 mar (PL) La visita que hoy efectúa a Estados Unidos el presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, se encuentra marcada por la posible modificación en los planes de retirada del contingente militar que Washington mantiene en la nación asiática desde la invasión de 2001.
El mandatario arribó la víspera a esta capital acompañado del primer ministro, Abdullah Abdullah, y los principales miembros de su gabinete.
De acuerdo con la agenda divulgada por la Casa Blanca, serán recibidos mañana por el presidente Barack Obama en su residencia de Camp David, estado de Maryland.
Será el primer encuentro de Obama con Ghani, tras las elecciones presidenciales en el país asiático de 2014.
Durante la estancia hasta el día 25, se prevén reuniones con el secretario de Estado, John Kerry; con el director del departamento de Defensa, Asthon Carter, y con el secretario del Tesoro, Jacob Lew.
Expertos coinciden en que la reducción de las tropas norteamericanas programado para fines de este año, será el tema más importante en la agenda bilateral.
Hace un año, Estados Unidos y Afganistán acordaron la presencia de unos 10 mil soldados estadounidenses hasta finales de 2015, para entonces disminuir la cifra hasta cinco mil 500, y finalmente dejar una fuerza mínima a finales de 2016, antes de que Obama deje la Casa Blanca.
En las últimas semanas, los republicanos en el Congreso y otros funcionarios estadounidenses han argumentado que una estrategia de este tipo pondría en peligro los «logros» alcanzados en los últimos 13 años, tras constatarse un aumento de la amenaza del Estado Islámico (EI) y la insurgencia talibán.
En este contexto, el Pentágono intenta buscar apoyo con el fin de cambiar la estrategia actual y dilatar el proceso de reducción de tropas en la nación asiática, donde Washington se ha empantanado en la guerra más larga de su historia.
Sin embargo, el 9 de marzo, un editorial del diario The New York Times comentó que la prolongación de la presencia militar estadounidense en Afganistán más allá de lo previsto sería un error, porque dilataría el comienzo de una nueva era en ese país.
Existen muy pocas evidencias de que esa extensión, o incluso la estancia indefinida de las tropas en la nación asiática, puedan significar la derrota de los grupos insurgentes y la garantía de que el Gobierno afgano funcione como debe hacerlo, opinó el rotativo.
Según el Times, no resulta sorprendente que funcionarios norteamericanos, acostumbrados a sostener guerras largas y costosas, ahora argumenten la necesidad de otorgar a esta campaña bélica un poco más de dinero y tiempo.
De acuerdo con el rotativo neoyorquino, Ghani, que hasta ahora se manifiesta como un socio más dependiente de Washington que su volátil predecesor, Hamid Karzai, parece ansioso por lograr una demora en la reducción de la presencia bélica norteamericana, al igual que sus vecinos paquistaníes.
Visita de presidente afgano a EE.UU. marcada por retiro de tropas
