Roma, 11 abr (PL) El gran reto del planeta es globalizar la solidaridad y la fraternidad, antes injustas desigualdades existentes, declaró hoy el papa Francisco en un mensaje dirigido a la VII Cumbre de las Américas, en Panamá.
«El gran reto de nuestro mundo es la globalización de la solidaridad y la fraternidad, ante las injustas desigualdades que aún hoy siguen habiendo y que ofenden la dignidad de las personas», señala el mensaje enviado al presidente panameño, Juan Carlos Varela.
Me siento en sintonía con el tema elegido para esta Cumbre: «Prosperidad con equidad: el desafío de la cooperación en las Américas», destaca el comunicado del Sumo Pontífice.
Estoy convencido de que la inequidad, la injusta distribución de las riquezas y de los recursos, es fuente de conflictos y de violencia entre los pueblos, comenta el Obispo de Roma en un mensaje leído aquí por el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Paroni.
Ello supone que el progreso de unos se construye sobre el necesario sacrificio de otros y que, para poder vivir dignamente, hay que luchar contra los demás, considera.
Para el Santo Padre, el bienestar así logrado es injusto en su raíz y atenta contra la dignidad de las personas.
Ante la globalización de la discriminación y la indiferencia, mientras no se logre una distribución equitativa de la riqueza, no se resolverán los males de nuestra sociedad, advierte Francisco.
En las economías emergentes, denuncia, gran parte de la población no se ha beneficiado del progreso económico general, sino que frecuentemente se ha abierto una brecha mayor entre ricos y pobres.
Tampoco es suficiente esperar que los pobres recojan las migajas que caen de la mesa de los ricos, opina el jefe de la Iglesia católica.
Son necesarias acciones directas en pro de los más desfavorecidos, cuya atención debería ser prioritaria para los gobernantes, asegura el argentino Jorge Mario Bergoglio.
La inmensa disparidad de oportunidades entre los países obliga a muchas personas a abandonar su tierra y su familia, para convertirse en fácil presa del tráfico de personas y del trabajo esclavo, sin derechos, ni acceso a la justicia, subraya el mensaje.
Reto del mundo: globalizar solidaridad y fraternidad, dice Papa
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