Mayweather Jr. y Pacquiao frente a frente

Llegó el gran día

(NG) Al fin se verán las caras sobre un ring Floyd Mayweather Jr., el campeón invicto de los welters, y el filipino Manny Pacquiao, su rival emblemático y demorado por años para este duelo.

Será la pelea que más ingresos genere en la industria del deporte, con alrededor de 500 millones de dólares, según los organizadores, 300 millones de los cuales se lo repartirán entre Mayweather (60%) y Pacquiao (40%).

Además de los dos títulos mundiales de peso welter de Mayweather en el Consejo Mundial de Boxeo y la Asociación Mundial (AMB), y el de Pacquiao en la OMB, el ganador se llevará un cinturón de esmeraldas, oro y plata, valuado en un millón de dólares, donado por el CMB.

Nunca antes se había hablado tanto de una pelea de boxeo como la que este sábado van a protagonizar los púgiles, el estadounidense invicto Floyd Mayweather Jr. y el filipino Manny Pacquiao, con estilos completamente opuestos que no sólo van a definir la unificación del título welter sino que también su legado de cara a la historia.

El invicto Mayweather Jr., de 38 años, con marca de 47-0 y 26 triunfos por la vía del nocáut, se encuentra ante la gran pelea de su carrera y la única que no ha podido montar a su gusto, pues se la impuso la cadena de televisión Showtime, ante la falta de ingresos importantes en los últimos tres últimos combates que realizó.

Ante esa realidad, Mayweather Jr. es consciente que arriesga su invicto ante el más peligroso de todos los rivales que haya podido enfrentar, Pacquiao (57-5 -2 con 38 KOs), que si ha tenido siempre a los peleadores más duros como han sido los campeones mexicanos, con los que realmente mejoró aun más su estilo agresivo y valiente.

Mayweather gana siempre en base a su técnica defensiva insuperable, la velocidad y el golpeo quirúrgico.

La suma de impactos certeros suelen regular el razonamiento matemático de los jueces, siempre favorable al que lanza más y recibe menos. Esta vez, sin embargo, va contra un hombre, que suma más impactos por asalto, aunque acierte menos. Por ello es aconsejable que el campeón invicto aumente su volumen de golpeo.

Si no lo hace, quizás, esta vez las tarjetas nos contarán una historia muy diferente a las de sus peleas anteriores, otro aspecto que preocupa grandemente al campo de Mayweather Jr.

El campeón filipino, marca de 57-5 -2 con 38 nocáuts, está más tranquilo que nunca, más seguro de su boxeo y de haber recuperado el “instinto asesino” que lo hacía demoledor hace 10 años.

Su gran reto no es sólo agigantar aun más su leyenda sino demostrar que en el deporte del boxeo un gran ataque pudo con la mejor defensa, a un rival con mayor altura, extensión de brazos y una gran técnica.

Pacquiao posee la receta ideal para conseguirlo y no es más que la velocidad de vértigo que atesora en sus piernas y brazos y un rompimiento explosivo en cualquier momento que hará que desde el inicio trate de impedir que Mayweather Jr. controle el ritmo del combate programado a 12 asaltos.

Si algo debe evitar Pacquiao, es tomarse los primeros asaltos para estudiar a su rival. El primer tramo de la pelea es el Talón de Aquiles del estadounidense, todos los rivales importantes a los que se ha enfrentado Mayweather Jr. le generaron problemas, el campeón filipino debe ser la pesadilla perfecta.

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