La escritura protagoniza «Miramar»

Por Alizbeth Mercado

En Miramar si bien la protagonista es esta escritura, que podría no tener ningún asidero, más que la escritura en sí, sí hay como en mis libros anteriores todo un juego genealógico, aunque más desdibujado, oculto atrás del lenguaje, agregó.

 

«Miramar es un ejercicio de escritura, es por un lado un diario de viaje a Trieste que ocurre ne un día y por otro lado es una especie de viaje en la memoria que es una memoria proyectada hacia el presente, hacia el pasado y hacia el futuro», comentó el escritor David Miklos.

Miklos escribió Miramar, texto que puede tipificarse como libro de viaje o bitácora donde pasado, presente y futuro convergen a través de una voz matizada y vagabunda que reflexiona sobre el proceso de la escritura.

«En los viajes un se vuelve una especie de protagonista ajeno y uno debe alcanzar a este protagonista para después narrar el viaje». Sin embargo la verdadera protagonista es la escritura, no el narrador. La escritura se contempla a sí misma desde los distintos tiempos desde su origen y desaparición.

En Miramar si bien la protagonista es esta escritura, que podría no tener ningún asidero, más que la escritura en sí, sí hay como en mis libros anteriores todo un juego genealógico, aunque más desdibujado, oculto atrás del lenguaje, agregó.

Cuando se habla de libros de viaje, suele decirse que son textos de escritores para escritores ¿es cierto? ¿Dónde queda la comprensión de los lectores?

Para Miklos, es más bien un mote editorial, ya que los editores quieren historias y que no sean historias de escritores diciendo como escriben sus libros, sin embargo «tienes el caso del noruego Karl Ove Knausgård que hace estos libros enormes sobre como hace estos libros enormes a la hora que recuerda su vida personal y demás y eso termina siendo bastante exitoso y creo que finalmente el exhibicionismo vende de algún modo».

Miramar está editada por Textofilia.

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