México, 25 jun (PL) El vínculo entre la desigualdad y la pobreza condiciona el futuro de la población de México, revela hoy un estudio sobre desigualdad extrema en el país que aborda la concentración del Poder Económico y Político.
La directora de la organización Oxfam México, Consuelo López-Zuriaga, y el autor de la investigación, Gerardo Esquivel, se refirieron a lo contradictorio de que siendo el país económicamente poderoso exista un círculo vicioso de desigualdad, bajo crecimiento económico y pobreza.
El informe realizado por el economista Esquivel, investigador de El Colegio de México y de la Universidad Nacional Autónoma de México, indica que, a pesar de ser la decimocuarta economía del mundo, hay 53,3 millones de personas viviendo en la pobreza.
Esquivel afirmó que «el crecimiento económico es magro, los salarios promedio no crecen y la pobreza persiste, pero la fortuna de unos cuantos sigue expandiéndose».
Asimismo, apuntó que «México está dentro del 25 por ciento de los países con mayores niveles de desigualdad en el mundo».
Las condiciones de desigualdad en el país son tales, dijo, que el uno por ciento de la población posee el 43 por ciento de toda la riqueza.
En esta nación, mientras la riqueza de los cuatro multimillonarios más ricos representa ya el nueve por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), el 45,5 por ciento de la población permanece en pobreza, planteó la directora de Oxfam México.
Menciona el estudio que la fortuna de los 16 mexicanos más ricos se multiplicó por cinco entre 1996 y 2014.
En contraste, el 48 por ciento de las escuelas públicas carecen de acceso al drenaje y el 12,8 no cuenta con baños o sanitarios, mientras otras están sin acceso al agua potable, expresó.
Oxfam México propone cinco puntos centrales, entre ellos «la creación de un auténtico Estado social basado en los derechos a la alimentación, la salud y la educación».
Además, anunció el lanzamiento de la Campaña Iguales, una propuesta para combatir la desigualdad y reducir la pobreza en el país, además de contribuir a que los gobiernos limiten el poder de las élites.