Damasco, 11 jul (PL) Nuevas revelaciones de WikiLeaks aparecidas hoy en la prensa local, implican al gobierno de Arabia Saudita como instigador de una campaña contra Siria, con el fin de suspender su membresía de organizaciones regionales e internacionales.
El diario libanés Al-Akhbar publicó este sábado una carta enviada por el excanciller saudí Saud al-Faisal, fallecido hace dos días, al entonces jefe del Servicio de Inteligencia General, Sultan bin Abdul Aziz, dando indicaciones sobre cómo evitar la participación de Siria en las reuniones del Movimiento de Países No Alineados.
En la citada carta, al-Faisal sugiere que la organización adopte con Siria la misma experiencia que se aplicó Libia, legitimando a un supuesto Consejo de Transición (opositor) y dejando a un lado a las autoridades legítimas del país.
Otro de los documentos revelados por el sitio digital WkiLeaks evidencia los esfuerzos del gobierno de Riad para tratar de convencer al Vaticano para que cambiara su posición hacia Damasco.
El pliego puesto al descubierto da detalles de la reunión sostenida entre el diplomático saudí Raed bin Khalid Qurmla, con el ministro de Relaciones Exteriores del Vaticano, Dominique Mamberti, a petición de al-Faisal, en abril de 2012.
También se hicieron públicos otros documentos donde se plantea que Arabia Saudita Saudita sobornó a varios líderes tribales y clanes sirios para que se integraran al movimiento opositor contra el gobierno de Bashar al-Assad.
También hace referencia a un cable filtrado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita acerca de una reunión celebrada bajo el nombre de «intercambio de opiniones sobre la transición en Siria», celebrada en Estambul, el 7 de enero de 2013.
En dicha reunión participaron representantes de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Egipto, Jordania, Emiratos Árabes Unidos, Qatar y Turquía.
Durante este encuentro -según WikiLeaks-, el representante de Estados Unidos pidió «ayuda urgente» para las bandas armadas que operan en Siria y anunció la aprobación de Washington para ofrecer misiles antitanques a los grupos extremistas.
Aparece además un telegrama de la embajada saudita en Beirut, dirigida al Ministerio de Relaciones Exteriores, donde explica que el mercado negro de armas en el Líbano se había agotado, y no podía satisfacer las necesidades de los yihadistas en Siria, lo cual requería la búsqueda de otras fuentes de abastecimiento.