Asunción, 11 jul (PL) Una verdadera clase magistral impartió hoy aquí el papa Francisco sobre dignidad, economía, equidad, inclusión, diversidad, diálogo y un sinfín de temas más, que impactaron en la sociedad civil paraguaya.
En el encuentro con representantes de más de mil agrupaciones de todo tipo, incluso del Gobierno encabezado por el presidente Horacio Cartes, Jorge Mario Bergoglio se salió del protocolo en innumerables ocasiones, sobre todo de las respuestas escritas a preguntas enviadas a él previamente.
Ante los reunidos en el repleto estadio deportivo techado León Condou, Francisco dictó pautas, ofreció opiniones personales no solo para la sociedad paraguaya, sino también mundial, en lenguaje sencillo y por momentos con la introducción de frases cargadas del bromista que caracteriza al papa argentino, pero siempre precisas y profundas.
Afirmó que una sociedad que no mantiene vivas sus preocupaciones y vive en la pasividad, es un pueblo muerto y cómo la felicidad exige compromisos y entregas.
Aseguró haberle gustado escuchar que un joven manifestara su preocupación por hacer que la sociedad sea un ámbito de fraternidad, de justicia, de paz y dignidad para todos.
Los asistentes estallaron en vítores -repetidos en varias ocasiones- cuando el Papa afirmó que los ideales se deben construir diariamente a pesar de tener equivocaciones. «Se corrige y se vuelve a andar», agregó.
Como también el estadio pareció venirse abajo al alertar sobre discursos grandilocuentes de personas que uno conoce y sabe que están mintiendo y «digo Âíque mentiroso que sos! Por eso las palabras solas no sirven, si decís una palabra, comprometete, amasa día a día, sacrificate con eso».
Nuevamente hizo énfasis en la construcción de una sociedad más inclusiva y mencionó que para buscar efectivamente el bien de los pobres debe ser por medio de una verdadera inquietud por su persona, valorarlos en sus bondades propias y dispuestos a aprender de ellos.
A una pregunta sobre la efectividad del diálogo, respondió que efectivamente, ese no es fácil y se debe dar en forma comprometida, «si no, es una pinturita».
Para ello hay una base fundamental, la identidad, que no se puede negociar, «la patria en primer lugar, después mi negocio», señaló.
Francisco instó al Gobierno y a la clase empresarial a desarrollar un modelo económico con rostro humano, donde los más pobres sean alcanzados por la distribución de la riqueza del país, y exhortó a los empresarios a «no sacrificar humanos en el altar del dinero y la rentabilidad».
Intensa fue la jornada de este sábado para el Obispo de Roma, iniciada en el Hospital Pediátrico de Acosta Ñu y continuada con una misa en el santuario de la Virgen de los Milagros de Caacupé, elevada hoy por el Vaticano a la categoría de Basílica.
Antes de ingresar al recinto, según lo informado, el Papa acusó el cansancio acumulado desde el pasado domingo en sus visitas a Ecuador, Bolivia y Paraguay, por lo cual sufrió algunos malestares.
No obstante, continuó sus actividades del día en el estadio León Condou y posteriormente, para concluir, participó en el rezo de las vísperas en la Catedral Metropolitana.