Sinaloa.- Elementos de la Marina catearon dos viviendas en Mazatlán, en busca de pistas para capturar por tercera ocasión a Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán que se fugó de la prisión de Almoloya, el pasado 11 de julio.
Los marinos catearon domicilios ubicados en el sector exclusivo de Country Sábalos y en el Fraccionamiento Lomas de Mazatlán, al norte del puerto.
Ambos inmuebles están situados a seis kilómetros de distancia del edificio de Suites Miramar, en el que capturaron a ‘El Chapo’ el pasado 21 de febrero de 2014.
Las autoridades han mantenido bajo sigilo el operativo que desplegaron desde hace cuatro días en la entidad natal del máximo capo de las drogas en México.
Durante su fuga “El Chapo” Guzmán contó con 30 minutos para salir del túnel y cambiarse de ropa antes de que las autoridades penitenciarias emitieran la alerta.
De acuerdo con el reporte oficial, la última vez que los guardias penitenciarios observaron a ‘El Chapo’ en su celda fue a las 20:52 horas del sábado 11 de julio.
“El Chapo” bajó por el túnel y utilizó la motocicleta montada sobre los rieles y que su recorrido habría durado unos 3 minutos hasta la casa de la Colonia La Juanita.
Días antes de la fuga, autoridades del penal habían autorizado realizar algunas obras de rehabilitación y de impermeabilización, y ahora se conoce que varios reos se habrían quejado por los ruidos.
Esos ruidos coincidieron con la última etapa del túnel para abrir el agujero en la regadera de la celda de ‘El Chapo’.
También se investiga alguna filtración de los planos del penal, que deberían estar bajo resguardo del Órgano Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social, por lo que la principal línea de investigación que se sigue es que fueron comprados.
Además, creen que utilizaron un georreferenciador que habría permitido dar con exactitud el punto de la celda de “El Chapo”.
Ayer, el Comisionado Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, explicó en conferencia de prensa -en la que presentó el video de la celda y el momento en el que desaparece “El Chapo” detrás de un pequeño muro de la regadera- que sí se activó el código rojo, pero no detalló a qué hora.
La alerta roja, comentó, se emite en cuanto el personal se percata de la ausencia del recluso, y el protocolo establece que el personal que lo detecta envía un mensaje de radio con el código rojo especificando el área donde se presenta el evento.
“Como parte de las investigaciones, la PGR analiza si estos protocolos se siguieron a cabalidad o no y, en su caso, si existen responsables de incumplimiento, retraso u omisión (para facilitar la fuga). En caso de que así fuera, los responsables habrán de enfrentar la justicia”, dijo.
Anoche, Rubido dio a conocer el video de los últimos minutos del capo en su celda.
En él se ve que en tres ocasiones el reo acude al área donde se ubican la letrina y las regaderas e incluso se agacha para hacer alguna maniobra. La losa que se quitó para huir quedó recargada sobre la pared y las fuentes aseguran que fue quitada con cincel.
“El comportamiento del interno el día de los hechos era, hasta ese momento, cotidiano, natural de un interno que pasa largas horas dentro de su celda”, justificó Rubido.
Fuente: InsurgentePress