Washington, 22 jul (PL) El apellido de Donald, por supuesto Trump, inunda hoy los principales espacios noticiosos en Estados Unidos, en los cuales el magnate inmobiliario hace justicia a su oficio de show man (hombre espectáculo) republicano.
Empeñando esfuerzos, y también millones de dólares, en ganar la boleta partidista para retar a los demócratas por el control de la Casa Blanca, el inversionista desplazó de los primeros planos de los medios de prensa y de las encuestas a sus rivales partidistas, quienes, desesperados tratan de oxigenar sus alicaídas campañas.
Fenómeno mediático o no, Trump sube las apuestas, cada vez que alguno se las arregla para conseguir un poco de atención de medios de prensa, políticos y un amplio espectro en el país con una sutileza que muchos dicen que es la de un rinoceronte.
Sus declaraciones incendiarios llevaron a algunos contrincantes a calificarlo de imbécil como su adversario, el senador Lindsey Graham, o idiota, como el exgobernador de Texas Rick Perry, pero lo cierto es que todos hablan de él.
Una idea de esto la da el diario digital Político cuando afirma que en el campo republicano los candidatos quieren hablar de sus ideas para el país, pero los medios de comunicación sólo desean hablar de una cosa: Donald Trump.
Algunos prefieren ataques directos y agresivos, pero otros como el exgobernador Jeb Bush adoptan un enfoque más sutil.
La mayoría en el pelotón republicano presiona por avanzar su mensaje, por ejemplo, el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, trató con sus ideas sobre la reforma del sistema de justicia penal, algo que el presidente Barack Obama hizo en las últimas semanas.
Sin embargo, según dijo desalentada Samantha Smith, una portavoz de su campaña, al final los medios de difusión solo querían preguntar sobre Trump.
Algo parecido le ocurrió a Bush luego de un acto de campaña en Carolina del Sur, porque la primera pregunta de la prensa estaba relacionada con el magnate inmobiliario, algo que según Político agrió el semblante del miembro más joven de esa dinastía política, para quien el problema de ese retador es que su lenguaje es feo, mezquino y divisivo.
Este martes en declaraciones al canal CNN, el exgobernador de Arkansas Mike Huckabee se quejó de que «todas las entrevistas en estos días son sobre Donald Trump» para subrayar la atención mediática que se le da al «show man republicano». Hay 16 precandidatos, y toda la atención se centra en uno de ellos, dijo.
Una de las más recientes encuestas sobre los favoritos a ganar la nominación partidista republicana coloca a Trump al frente del pelotón, con 18 por ciento de apoyo, seguido de Bush (13,8 por ciento), Scott Walker, el gobernador de Wisconsin (10,8) y el senador por Florida Marco Rubio (6,3 por ciento).
En este escenario donde resuena el apellido, a muchos de los 16 candidatos republicanos que aspiran a estar en el primer debate del partido el 6 de agosto, solo 10 participarán, el controvertido político les está cortando el impulso.
Donald Trump inunda con propaganda a Estados Unidos
