Berlín, 1 sep (PL) Cientos de refugiados llegaron hoy en trenes de Hungría y Austria a Múnich, capital del estado alemán de Baviera.
Poco antes, la policía húngara suspendió los controles en la estación central de Budapest para evitar que los refugiados continuaran su viaje a países occidentales de la Unión Europea (UE).
En el primero convoy, proveniente de Budapest, llegaron el lunes alrededor de 400 refugiados.
La policía alemana detuvo el tren para trasladar los asilados a un antiguo cuartel, donde casi 200 de ellos fueron registrados.
Otros 200 refugiados continuaron su viaje hasta Múnich, donde las autoridades les esperaron para acompañarlos a un campamento de acogida.
En el transcurso de los recientes dos días, alrededor de 800 personas en cinco trenes llegaron a Múnich.
Según un portavoz de la policía, la atmósfera en la estación central de la capital Baviera fue «tranquila hasta eufórica».
Conforme a testigos, algunos de los refugiados gritaron «Gracias, Alemania», al llegar.
Algunos ciudadanos ayudaron a las autoridades, entregando agua y alimentos a los recién llegados.
Según la organización humanitaria Migration Aid (Ayuda para emigrantes), alrededor de dos mil refugiados se encuentran en estaciones de ferrocarril de Budapest.
El controvertido Tratado de Dublin obliga a Estados miembros de la UE, a los cuales llegan refugiados, registraros de inmediato.
Por ello, la Comisión Europea exigió de las autoridades húngaras cumplir con las disposiciones oficiales.
La mayoría de los refugiados provienen de las zonas de guerra en Siria e Iraq, pero también de Eritrea.
Sin embargo, alrededor de 40 por ciento llega de los Balcanes, donde no tienen una perspectiva económica.
Estos refugiados económicos casi no tienen oportunidad de obtener un permiso de residencia.