El problema de la corrupción en México no es cultural, está ligado a la impunidad y esta tiene su origen en un sistema de leyes permisivas y en un andamiaje jurídico disfuncional, asegura el director general del Instituto Mexicano para la Competitividad, Juan Pardinas.
“Las leyes son vagas y heterogéneas, tienen lagunas, el marco regulatorio yo diría que es un incentivo a la corrupción, los delitos están mal tipificados, los castigos son desiguales”.
Así las cosas, dependiendo el Estado es el castigo y en muchos casos no lo hay, así lo expresó al presentar en el Senado el Índice de Competitividad Internacional 2015, “La corrupción en México, tranzamos y no avanzamos”.