“Los responsables fueron los empresarios de la Laguna que han salido incólumes y que han estado muy en contra de que este tipo de historias se difundan, acabo de tener un conflicto en Torreón porque querían impedir la presentación del libro”.
Por Marcos Daniel Aguilar
“Torreón está cerca de donde vivo y en el momento de contar esta historia ya tenía nociones de ella y quería hacer un reportaje pero tenía una historia muy grande”.
El 15 mayo de 1911 en Torreón sucedió la peor masacre de ciudadanos chinos de toda la historia de América. 303 chinos fueron masacrados, se trata de un genocidio oculto en la historia de México. Esta historia la narra Julian Herbert en La casa del dolor ajeno (Random House, 2015).
Julián, quiero preguntarte ¿cómo pasas de la poesía a la narrativa?
Yo creo que más que tránsito es una vocación que ha sucedido de manera compartida desde que comencé a escribir. Yo empecé a escribir canciones de rock, creo que la canción es un género que me gusta mucho, tiene el verso y la narrativa, una canción cuenta una historia; no sé si eso influyó, pero en los últimos años escribo más prosa. Este libro más que novela es una crónica tiene que ver con esta condición , me gustan los discursos intergenéricos, no me gusta la estabilidad formal.
Para Herbert, a principios del siglo pasado, había un panorama consistente de antichinismo en México que desembocó en la masacre “y los responsables fueron los empresarios de la Laguna que han salido incólumes y que han estado muy en contra de que este tipo de historias se difundan, acabo de tener un conflicto en Torreón porque querían impedir la presentación del libro”.
“Es un tema complicado que evidencia al final de cuentas características de los mexicanos, cuanto de parecido tenemos los mexicanos que provocaron este genocidio con los mexicanos del día de hoy”.
Herbert explicó que lo escribió muy rápido, tardó año y medio, quizá porque detrás estaba una “obsesión” con el tema migratorio:
No entendía de dónde venía esa obsesión y me di cuenta que es una historia de migrantes que son asesinados de manera violenta en México que terminan en la fosa común y después de estos hechos el Estado intenta culpabilizar a los migrantes y tratan de hacer una especie de “verdad histórica”.
“Mi única aspiración con este libro es que el lector no quede indiferente, no me importa si el lector se enoja, sirve este libro para provocar agitación social”, concluyó.