Cuando se llega a cierta edad, la sabiduría de la sobrevivencia es cuando toma conciencia poniendo a la persona a pensar o ser creativa para asegurar su vejez. Tal vez en ese momento de reflexión algunos se darán de topes porque nunca hicieron nada al respecto, como el buscar un trabajo en donde pudiera cotizar para su jubilación o bien no haber hecho un ahorro o también aquella persona que le aconsejo hacerse de un instrumento financiero para alguna compañía de seguro tirando todos esos consejos a la borda por considerarlos innecesario.
Pero aquellos que sí tomaron conciencia en pensar sobre su vejez y en donde una gran parte de la población a la que ha estado dentro de la formalidad le han apostado a todo sobre la pensión del Seguro Social por considerarlo como la más firme y segura.
Al menos el término de una pensión segura ha quedado con el tiempo en un estatus de falta de credibilidad puesto que quienes se han jubilado en los últimos años viven en una constante incertidumbre sobre cuántos años le va durar su pensión, es decir, si existe un tiempo determinado en donde el Seguro Social les va dejar de dar su dinero porque ya son tantos años y como es un ahorro que se estuvo reteniendo a través de impuestos durante el tiempo que se laboró consideran que tiene un fondo tope al que inciertamente no sabe si ya se acabó.
También existe esa duda sobre un rumor que se sembró para quedarse con respecto a la privatización del Instituto Mexicano del Seguro Social en donde hay la duda con respecto qué es lo que va a pasar y cuestionamientos sobre si entregarán lo que han juntado para esa partida o acaso lo perderán todo. Así como qué pasará con los jubilados vigentes en caso de que se dé esa privatización.
Tampoco se puede negar lo que sí se ha venido hablando entre especialistas con respecto a este instituto de salud que es un barril sin fondo en donde este simple hecho trae nuevas o viejas advertencias en donde los mexicanos no tendrán suficiente dinero para vivir cuando se jubilen, en otras palabras el Seguro Social no tiene suficiente dinero para un fondo de pensiones para garantizar una jubilación para los mexicanos.
El problema es grave y aunque no lo quieran ver el pago de pensiones engrosa la deuda y en donde injustamente mucha gente quien no trabaja dentro de la formalidad, ni paga aportaciones, sin embargo, sí reciben asistencia médica principalmente por medio de los “Hospitales Generales”, y lo peor del caso son quienes más exigen servicios de atención médica.
Una gran parte de quienes financian éstos gastos son todos aquellos derechos habientes que pagan sus aportaciones oportunas. Otro indicador en donde la carga cada vez es más pesado fue cuando salió el concepto de las Afores siendo éste solamente un remedio casero que ni siquiera pudo solventar la situación ni a mediado plazo.
Ahí tenemos simplemente un ejemplo con las pensiones de los docentes en donde quebrantado el fondo ahora con nuestros impuestos estatales se pretende financiar la problemática, aunque en el caso del Seguro Social además de mantener a quienes no son derecho habientes lo mismo sucede con los sindicalizados de la Comisión Federal de Electricidad y Petróleos Mexicanos que ni hacen aportación pero sí gozan de la pensión o jubilación del mismo instituto gubernamental de salud, eso sin entrar a fondo cuando los nuevos pesos les quitaron los ceros también se vio afectada el ahorro para el retiro.
El resultado final que se ha tenido es que muchos mexicanos que dieron lo mejor de su vida laboral se desalientan al momento de llegar su vejez porque encuentran que sus ingresos de jubilación están lejos de lo que habían esperado y por otra parte mientras que esta institución de gobierno de salud le siguen apostando al tiempo como su mejor aliado para salir de paso, la razón de fondo es que esto no va a suceder porque no olvidemos que los avances médicos de los últimos decenios han prolongado considerablemente nuestra vida, obligando a la industria de las pensiones para apoyar a un mayor número de pensionados por períodos más largos.
El tema de la vejez está más cerca de lo que pensamos en México en donde la crisis financiera empieza a dar sus síntomas, en donde este escenario apocalíptico ningún político lo quiere reconocer pero su cataclismo aunque se vea lejano los expertos en la materia consideran que es momento de buscar soluciones porque el querer remediarlo cuando el problema este encima será muy difícil y costoso. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013)