Washington, 16 ene (PL) El presidente Barack Obama anunció hoy detalles de un plan que pretende extender seguros a desempleados en Estados Unidos, como parte de su sostenida estrategia para rescatar la clase media del país.
La iniciativa consta de tres ejes fundamentales que incluyen proporcionar un seguro de salarios de hasta 10 mil dólares en dos años a trabajadores despedidos, extender el tiempo de remuneración mientras se encuentren inactivos y encontrarles un nuevo empleo, aunque sea con una paga menor.
Si un estadounidense pierde su puesto, independientemente del estado donde vive, debemos asegurarnos de que pueda obtener un seguro de desempleo y ayudarlo a encontrar su próximo trabajo, afirmó Obama durante su habitual alocución sabatina por radio e Internet.
Es una manera de dar a las familias cierta estabilidad y alentar a la gente a unirse a la fuerza de trabajo; porque no deberíamos estar hablando de desempleo, sino de re-empleo», añadió.
El plan sale a la luz después de que el martes, durante el discurso sobre el estado de la Unión, el mandatario se comprometiera a luchar por la ampliación de beneficios para desempleados durante su último año en el cargo.
Aunque la tasa de desempleo en Estados Unidos ha descendido en los últimos años, hasta ubicarse en alrededor de cinco por ciento, para el jefe de la Casa Blanca el crecimiento de ofertas laborales en el sector privado no es suficiente.
Por ello, llamó a respaldar la medida que permitiría a los trabajadores desplazados que ganan menos de 50 mil dólares al año, reemplazar la mitad de sus salarios perdidos en hasta 10 mil dólares en 24 meses.
La iniciativa también prevé extender los beneficios a trabajadores a tiempo parcial, con bajos ingresos y a los intermitentes, mediante exigencias a los estados para que proporcionen por lo menos 26 semanas de cobertura salarial.
Por último, la propuesta del presidente intenta que los estados ofrezcan vales de reubicación, empleo subvencionado y programas de orientación profesional a los desempleados.
Desde el inicio de su segundo mandato en enero de 2013, Obama insiste en el rescate de la clase media, sector golpeado por la crisis económica de 2008.
El 12 de febrero de 2014, firmó una orden ejecutiva que obliga a los empleadores federales aumentar el salario mínimo de 7,25 a 10,10 dólares por hora, lo cual se hizo efectivo a partir del 1 de enero de 2015.
También aboga por que las mujeres reciban el mismo salario que los hombres por realizar similar trabajo, luego de develarse que las féminas estadounidenses ganan como promedio apenas 77 centavos frente a cada dólar que reciben los del sexo masculino.