La Puerta al Edén
Facebook/Cefer Muñoz
He me ahí impávido sin movimiento, con el único motivo de observar las almas ascender a las fauces ardientes de Apolo; Danzando una tras otra al son de la funesta melodía que intoxica a cada una de ellas.
Privado de cualquier influencia que pudiera desviar la mirada del espectáculo de fulgores incandescentes, vislumbrando esa entrada a la perpetua eternidad del llamado Edén, Donde la cuantía que proclama el cruce de sus puertas llameantes de gloria, es una simple repuesta que sólo en su interior podrán encontrar…