Naciones Unidas, 22 feb (PL) El mecanismo conjunto de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) y Naciones Unidas investigará a partir de marzo siete casos potenciales de uso en Siria de sustancias prohibidas, señaló hoy la jefa del equipo, Virginia Gamba.
Tras presentar al Consejo de Seguridad el primer reporte del grupo activado en agosto de 2015, la experta argentina declaró a Prensa Latina que los miembros del mecanismo realizarán recopilación e intercambio de informaciones sobre esos hechos, la mayoría de ellos en la noroccidental gobernación de Idlib.
También iremos al terreno, si las condiciones de seguridad lo permiten, precisó.
Según Gamba, por la naturaleza de las pesquisas, no puede ofrecer más detalles de las actividades del equipo, creado por el Consejo mediante su resolución 2235, emitida en respuesta a múltiples denuncias del empleo de gases letales en el conflicto que azota al país levantino desde 2011.
La experta reiteró el rechazo de la OPAQ y la ONU al uso de armas químicas, lo cual constituye una violación de las leyes internacionales.
Asimismo, reiteró que los expertos harán todo a su alcance para identificar a los responsables.
El reporte presentado hoy al Consejo de Seguridad refleja las acciones del mecanismo conjunto en su primera fase, que llevó a seleccionar los siete casos potenciales.
Durante la segunda etapa de las investigaciones, los especialistas se separarán en dos grupos, en aras de agilizar los trabajos.
El equipo conjunto OPAQ-Naciones Unidas reclamó a los Estados y otras fuentes apoyo para cumplir sus objetivos, y reconoció el respaldo del gobierno sirio a la fase inicial.
En 2013, el empleo de armas químicas en el conflicto estuvo a punto de desatar una agresión de Estados Unidos, luego de acusar al gobierno de Bashar al Assad de gasear a civiles, aunque no presentó pruebas.
Una iniciativa rusa y la decisión de Damasco de adherirse a la Convención de Armas Químicas impidieron la cruzada de Washington, que lidera las acciones de cambio de régimen contra Siria.
A finales de 2013, un equipo de científicos creado por ONU de conjunto con la OPAQ para investigar los alegatos de empleo de sustancias venenosas en el conflicto confirmó ese escenario, pero sin responsabilizar a alguna de las partes enfrentadas.
En el informe final, los expertos precisaron que fueron recolectadas evidencias «claras y convincentes» de la utilización de sarín en Ghouta, el 21 de agosto, así como elementos que apuntan al probable uso de armas químicas en Khan Al Asal, Jobar, Saraqueb y Ashrafiah Sahnaya, aunque sin corroborarlo por la falta de pruebas determinantes.
Moscú y Damasco atribuyeron el lanzamiento de gases letales a una conspiración destinada a propiciar la intervención estadounidense.
Las acusaciones por el empleo de armas químicas en la crisis siria no han cesado, lo que explica el mecanismo en curso.
Investigarán casos de probable uso de armas químicas en Siria
