¿El PRI es el único que sabe gobernar en Quintana Roo? Esta pregunta caerá como pica pica en la espalda de simpatizantes de los dos seguros candidatos que enfrentarán al priista Mauricio Góngora Escalante. Ellos son Carlos Joaquín González (PAN-PRD) y el sereno moreno José Luis Pech Várguez.
Porque como era previsible tres hijos de esta universidad tricolor quedarán formalmente listos para medirse en las arenas movedizas de una campaña muy competida y que tiene como segundones a los militantes de estos partidos de oposición que no han sabido formar figuras interesantes para los electores.
Veo como mozos de cuadra a los panistas y perredistas ante un iluminado Carlos Joaquín que les cayó como flotante santo patrono de las causas más quijotescas, listo para desafiar los molinos de viento de un PRI que no está postrado y quejumbroso en el camastro.
De hecho, las presidencias municipales y diputaciones locales son la aspiración máxima de los del bando opositor, ya que la candidatura colosal fue reservada en este proceso para priistas que escapan de su partido porque les cierran espacios, no por conflictos y dilemas ideológicos.
Y de pronto una despistada feisbuquera saca a relucir las raíces yucatecas de Mauricio Góngora, quizá sin saber que Carlos Joaquín también viene de Yucatán y tiene ahí tremendas raíces, mucho más poderosas y recientes que las de José Luis Pech. Pero los tres guerreros pueden competir porque están integrados en mayor y menor medida a Quintana Roo, así que el tema es hasta ocioso y si alguien lo saca a relucir equivale a dispararse a la pata.
Hay que esperar el proceso electoral en toda forma con tres candidatos muy competitivos, y tan sólo queda por definir el reparto del resto de las candidaturas a presidencias municipales y diputaciones locales.
Adiós, profesor Alberto Aguilar
Con todo el dolor por la partida del profesor Alberto Aguilar Noble, quien falleció este domingo en la clínica del ISSSTE en Chetumal. Se ha marchado un profesional de la noticia deportiva, cuyo estilo dejó escuela en esta casa editorial del Grupo Sipse y fuera de estos dominios.
Resignación a su familia por la partida de un hombre excepcional, tan noble como su apellido.