Bruselas, 23 mar (PL) La policía halló 15 kilogramos de explosivos TATP y diversos materiales empleados para fabricar bombas, durante un registro llevado a cabo tras los atentados ocurridos en esta capital, informó hoy el fiscal general de Bélgica, Frédéric Van Leeuw.
Las fuerzas de seguridad encontraron los materiales en un apartamento allanado en el distrito de Schaerbeek, de donde al parecer partieron los tres sospechosos de cometer las agresiones.
Tres explosiones sacudieron ayer el aeropuerto de Zaventem, a 15 kilómetros de esta capital, y la bruselense estación de metro de Maelbeek, ubicada cerca de las sedes de varias instituciones de la Unión Europea, agresiones que dejaron en total al menos 31 muertos y unos 270 heridos, según los datos más recientes.
De acuerdo con las informaciones divulgadas, los hermanos Jalid y Brahim El Bakraui fueron identificados entre los presuntos atacantes suicidas (el primer en el metro y el segundo en la terminal aérea), mientras el nombre del tercer hombre implicado todavía no ha sido confirmado de forma oficial.
Van Leeuw agregó que durante el registro también hallaron un testamento dejado por Brahim El Bakraui, quien confesó en el texto sentirse perseguido y sin saber qué hacer.
El documento apareció en un ordenador encontrado en un basurero de la calle donde se ubica el apartamento revisado, y el autor indicó percibir el peligro de terminar en la cárcel.
Por otro lado, el Fiscal General declaró que el tercer hombre involucrado dejó en el aeropuerto, antes de abandonar el lugar, la carga explosiva más importante, pero esta estalló un rato después, cuando ya las fuerzas de seguridad estaban en la terminal.
«Dejó un gran bolso y se fue antes de las explosiones. Contenía la carga explosiva más importante. Poco después de que llegaran los servicios artificieros, ese bolso explotó debido a su gran inestabilidad, pero nadie resultó herido», explicó.
Aunque no precisó su identificación, Van Leeuw comentó que el prófugo está siendo activamente buscado.
Mientras, la prensa local especula que se trata de Najim Laachraoui, que también es perseguido por su presunta relación con los atentados del 13 de noviembre en París.
Las huellas de este individuo fueron encontradas en los cinturones de explosivos usados en la capital de Francia.