Washington, 24 mar (PL) El vicepresidente estadounidense, Joseph Biden, advirtió hoy que dejar discapacitado el Tribunal Supremo de Justicia, por la negativa de los republicanos de ocupar la vacante dejada por el fallecido juez Antonin Scalia, afectaría a todo el país.
Biden, que ofreció un discurso este jueves en la Escuela de Derecho en la Universidad de Georgetown, en Washington, afirmó que los líderes republicanos del Senado están «abdicando» su responsabilidad constitucional al negarse a confirmar un nuevo juez para el Supremo.
«No podemos permitir que el Senado extienda su disfunción a otra rama del Gobierno, al Tribunal Supremo de Estados Unidos», subrayó el vicepresidente, quien agregó además que «el pueblo estadounidense merece un Tribunal Supremo completo, con nueve jueces, no uno discapacitado y dividido».
La semana pasada, el presidente norteamericano, Barack Obama, nominó al juez Merrick Garland, para cubrir la vacante dejada por Scalia, fallecido en febrero pasado.
Los líderes republicanos de la Cámara Alta están bloqueando la votación para designar a Garland, alegando que debe ser el próximo presidente electo, que asumirá el poder en enero de 2017, quien elija al nuevo miembro del máximo tribunal de justicia.
Según Biden, «cuanto más tiempo siga vacante esta plaza en la corte, más grave será el problema que enfrentaremos: un problema compuesto de turbulencias, confusión e incertidumbre sobre nuestra seguridad, nuestra libertad y privacidad, y el futuro de nuestros hijos y nietos».
El vicepresidente explicó ante el auditorio de la Universidad de Georgetown, que tanto Obama como él, «pasaron horas evaluando posibles candidatos al Supremo, y pidieron para ello el consejo de muchos senadores de ambos partidos».
«Merrick Garland tiene una reputación de ser moderado, y creo que esa es la responsabilidad de la Administración en un Gobierno dividido», subrayó Biden.
Añadió que, mientras el presidente Obama «cumplió con su deber constitucional», los líderes de la oposición que controlan el Senado están negándose a reunirse con Garland o «votar» sobre su nominación.
«Es una abdicación del deber constitucional del Senado -enfatizó Biden-, una abdicación que nunca antes ha ocurrido en nuestra historia».
Hace apenas dos días, el Tribunal Supremo de Estados Unidos registró su primer empate tras la muerte del juez Scalia, en un caso sin implicaciones a nivel nacional pero que evidenció una división que podría repetirse en temas de mayor perfil pendientes en la corte, como el aborto o la inmigración.
Los ocho jueces que actúan en la máxima instancia judicial de Estados Unidos emitieron cuatro votos a favor y cuatro en contra en el caso de dos mujeres de Missouri que demandaron a un banco por exigirles avalar los préstamos de sus maridos.
Esta decisión evidencia la división entre los jueces del Supremo, que este año deberán decidir sobre la legalidad de las medidas migratorias adoptadas por el presidente Obama, para evitar la deportación de cinco millones de indocumentados y sobre las regulaciones en las clínicas de aborto del país.