Dilma Rousseff denuncia intento de golpe de estado en Brasil

Madrid, 25 mar (PL) La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, denunció que el proceso de interpelación parlamentaria en su contra es un golpe contra la democracia, según una entrevista publicada hoy por el periódico español El País.
La mandataria se refirió así al proceso de destitución (impeachment) emprendido por el Congreso brasileño, y que amenaza con apartarla de la presidencia en menos de un mes si antes no consigue los aliados necesarios, algo muy difícil ahora, valoró el diario.
«Piden que renuncie para evitarse el mal trago de tener que echar de forma ilegal a una presidenta elegida. Piensan que tengo que estar muy afectada, desconcertada, muy presionada. Pero yo no estoy así, no soy así», expresó Rousseff.
Tuve una vida muy complicada para no poder luchar ahora, enfatizó la presidenta, tras recordar que estuvo tres años presa durante la dictadura en su país, cuando apenas tenía 19 años.
Yo luché en condiciones muy difíciles, así que no voy a renunciar, claro que no, aseguró durante la entrevista concedida en Brasilia a El País y a otros cuatro periodistas de varios países.
A una pregunta del cotidiano, opinó que un impeachment (moción de censura o juicio político) sin base legal es un golpe de Estado, porque rompe con el orden democrático.
«Nosotros en Brasil ya tuvimos golpes militares. En un sistema democrático, los golpes cambian de método. Y un impeachment sin base legal es un golpe», insistió.
Explicó que este recurso surgió porque el presidente del Congreso del gigante sudamericano, Eduardo Cunha, amenazó al gobierno con poner en marcha el procedimiento si el ejecutivo votaba a favor de una investigación contra él.
Cunha está denunciado porque se le encontraron cinco cuentas ilegales, y no lo digo yo, sino la Fiscalía General de la República, dilucidó.
Anticipó que su administración recurrirá a todos los instrumentos legales para dejar claro las características de este golpe, aunque recomendó a los reporteros preguntarse a quién beneficia esto, muchos de los cuales ni siquiera aparecieron aún en escena, señaló.
Sobre las críticas recibidas por el nombramiento del expresidente  Luiz Inácio Lula da Silva, Rousseff afirmó que obedece a la táctica de aquellos que defienden «el cuanto peor, mejor».
Sostuvo que el otrora gobernante, designado jefe de la Casa civil de la Presidencia -aunque se vio impedido de asumir por maniobras judiciales promovidas desde sectores de la oposición- se incorporará a su equipo como ministro o asesor, de una manera o de otra, pero nadie lo va a impedir, ratificó.
Ante la actual crisis, abogó por la apertura de un diálogo sin rupturas democráticas y sin intentos infundados para someterla a un juicio político.
Debemos discutir y reformar el sistema político brasileño, pero sin pacto no habrá transformaciones, alerto la presidenta.
Conquistar se hace a caballo; gobernar lo tiene que hacer uno a pie, sentenció Rousseff, parafraseando una frase que escuchó en una serie sobre el conquistador mongol Gengis Kan.

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