Por Víctor Gaspar
(N22) Una familia siria intenta que su bote no naufrague antes de alcanzar las costas griegas, huyen de la violencia en su país. Uno hombre etíope cruza el norte de África escapando de la sequía y la hambruna en su pueblo. Un niño hondureño viaja solo a través de los países que lo separan de sus padres, migrantes ilegales, en Estados Unidos. Ya sea por la violencia, las condiciones económicas, los desastres naturales o la reunificación familiar, todos ellos son migrantes. Migrantes, más allá de las fronteras, es el nombre de la exposición que presenta el museo memoria y tolerancia bajo una idea concreta.
“Una hipótesis bien sencilla, que todos son migrantes. De alguna manera en el pasado, en el presente o en el futuro, todos podemos ser alguien que de alguna forma ha dejado su hogar, o padres de o hijos de alguien que dejó su hogar. Y que en esta historia de la humanidad ha habido grandes migraciones y el día de hoy vivimos una de esas grandes migraciones con las consecuencias que algunos de nosotros conocemos, pero que en este espacio tratamos de explorar a profundidad”, comentó Adán García, director Académico, Museo Memoria y Tolerancia.
2.3 personas de cada 100 en el mundo son migrantes. Sus historias quedan plasmadas en plataformas mediáticas como videos, instalaciones, fotografías y proyecciones.
“Esta realidad, este día a día, nosotros también lo tocamos en esta exhibición con videos que se modifican cada 15 días o con banners que, ahorita ustedes lo van a poder ver, noticias actualizadas sobre qué es lo que sucede en torno a la migración hoy por hoy. No hay un solo lugar en este mundo, no hay una sola cultura, que no haya migrado, y también las culturas a donde los inmigrantes llegan se nutren de esas nuevas experiencias, de esas nuevas manifestaciones culturales. México, por ejemplo, durante el siglo XX, se nutrió de exponentes del exilio español o de los exilios sudamericanos durante las dictaduras militares. Ellos también han hecho parte de nuestra cultura y han aportado a México”, agregó García.
A decir del director académico del Museo Memoria y Tolerancia, la gran movilidad poblacional actual contrasta con el paradigma del Estado-Nación.
El Estado está preocupado por mantener su cultura. Entonces el estado nación se piensa como un ente o como una entidad casi monolítica y no lo es. Los estados cambian y se modifican conforme el tiempo pasa. Un gran ejemplo son los Estados Unidos de América. Si tú piensas en los Estados Unidos a finales del siglo XIX, antes de las grandes migraciones, y lo contrastas con después de las migraciones y las modificaciones industriales que hubo durante la Primera y Segunda Guerra Mundial y un poco más durante la Post Guerra, lo que te vas a dar cuenta es que Estados Unidos fue un crisol.
La exposición Migrantes, más allá de las fronteras, estará abierta en el Museo Memoria y Tolerancia hasta finales de abril.