«Milagros del cielo», una visión positiva de los mexicanos

Fiel a su estilo, Patricia Riggen dirige un filme aspiracional y emotivo que promueven valores humanos, que no busca la validación de la crítica especializada sino el reconocimiento del público.

Por Julio López

(N22) Alfonso Cuarón, Alejandro G. Iñárritu y Guillermo del Toro son sólo algunos de los directores mexicanos que han triunfado en Hollywood, sin embargo, no son los únicos, Patricia Riggen lleva más de una década trabajando en la meca del cine, abriéndose camino en una industria dominada por los hombres.

“Los tres directores mexicanos creo que le han abierto los ojos a la industria de Hollywood,  no importa si eres mexicano o no, pero lo de ser mujer todavía es un problema, es el 5% de directoras en Estados Unidos. Estoy luchando contra hombres y hombres y hombres y siempre estoy rodeada de puros hombres y hay 95 hombres tratándome de quitar el trabajo. Es difícil, he trabajado muy duro. No he descansado en 10 años y ahí la llevo”, comentó la directora Patricia Riggen.

En 2007 estrenó La misma Luna, una historia que gira en torno de dos indocumentados mexicanos, luego nos presentó Educando a mamáprotagonizada por Eva Méndez y Patricia Arquette. Apenas  hace unos meses se estrenó en nuestro país Los 33 el drama de los mineros chilenos que quedaron atrapados en una caverna luego de un derrumbe.

 

“Sí me quiero ir por otros géneros pero al final siempre voy a buscar eso: un detalle humano, emotivo, en donde nos identifiquemos con los personajes. Pero quiero hacer otro tipo de películas ahorita, estoy pensando seriamente irme por la acción, ya no tanto ‘de llorar’”.

Milagros en el cielo es su quinto largometraje, una historia basada en hechos reales que gira en torno de una niña con un raro padecimiento gástrico. Todo parece estar perdido hasta que aparece el Dr. Samuel Nurko, uno de los médicos más importantes en su ramo.

“Me encantó descubrir que era mexicano y por lo tanto quise crecer ese personaje, ponerlo  en una pantalla de Hollywood,  porque es algo que jamás vemos: un personaje mexicano positivo, porque nadie les enseña  a los estadounidenses que entre sus médicos más importantes, también hay mexicanos”.

 

Fiel a su estilo, Patricia Riggen dirige un filme aspiracional y emotivo que promueven valores humanos, que no busca la validación de la crítica especializada sino el reconocimiento del público.

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