Atenas, 16 abr (PL) El jefe de la Iglesia católica, el papa Francisco, arribó hoy a Grecia con el firme objetivo de buscar alternativas para aliviar la crisis migratoria en Europa, para la que pidió una respuesta «digna».
El Sumo Pontífice, quien fue recibido por el primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, se encuentra inmerso en una breve visita humanitaria a la isla griega de Lesbos, donde se hallan varados miles de migrantes y refugiados de guerra.
El papa Francisco y el Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomé, así como el arzobispo de Atenas y toda Grecia, Jerónimo II, firmaron en el campo de detención de la isla de Lesbos una declaración conjunta en la que piden a Europa y otros países una mayor acogida a los refugiados que huyen de guerras en Medio Oriente y África.
«He venido aquí con mis hermanos, el patriarca Bartolomé y el arzobispo Jerónimo, sencillamente para estar con vosotros y escuchar vuestras historias. Hemos venido para atraer la atención del mundo ante esta grave crisis humanitaria y para implorar la solución de la misma», expresó Francisco en el campo de refugiados de Moria (Lesbos).
Por otra parte, alabó el papel desempeñado por Grecia hasta el momento en la gestión de la crisis, aunque insistió en la imperiosa necesidad de que el resto de países de la Unión Europea (UE) deben tomar carta urgente en el asunto para su pronta resolución.
En adición, saludó a varios de los tres mil refugiados atrapados en este campamento, donde extendió un mensaje de esperanza y vaticinó que se impondrán los buenos samaritanos, que les ayudarán con esa «fraternidad, solidaridad y respeto por la dignidad humana, que los ha distinguido a lo largo de la historia», dijo.
Jerónimo II, por su parte, manifestó su esperanza en que desde Lesbos pueda comenzar un movimiento internacional que sirva para que los que «tienen el destino de las naciones en sus manos cambien el curso actual», alegó.
Trascendió también que los tres líderes religiosos almorzaron con ocho refugiados del campamento en sus propias condiciones, para conocer mejor sobre las condiciones en que viven y los riesgos que conllevan sus travesías marítimas, en ocasiones generadas por inescrupulosas mafias traficantes de personas.
El Papa Francisco anunció que se llevará con él 10 migrantes a Roma, como acto simbólico que siente las bases de una mejor respuesta ante la mayor crisis migratoria en Europa desde la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).