Tokio, 16 abr (PL) Un total de 32 fallecidos es el saldo preliminar de un nuevo terremoto de magnitud 7,3 en la escala de Richter ocurrido este sábado en el sur de Japón, informaron hoy las autoridades.
Como consecuencia del movimiento telúrico, alrededor de un millar de personas resultaron heridas, 184 de ellas de gravedad, señalaron.
La región de Kumamoto, en la isla de Kyushu, fue golpeada en las últimas 48 horas por una serie de sismos y réplicas que han provocado cuantiosos daños.
A propósito de esta emergencia, el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, dijo que la prioridad es salvar vidas. Debemos actuar rápidamente, indicó.
Abe advirtió que está previsto que el clima se deteriore, «por lo que tememos deslizamientos y otros desastres».
Para apoyar las labores de rescate, el gobierno envió 20 mil hombres a la zona del siniestro.
A propósito de ello, un grupo de aviones y helicópteros de las Fuerzas de Autodefensa ya evalúan el alcance de los daños, dijo el ministro de Defensa de Japón, Gen Nakatani.
Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos, el epicentro del sismo de este sábado se situó cerca de la ciudad de Kumamoto a una profundidad de 10 kilómetros. El terremoto provocó una alerta por tsunami que más tarde se levantó.
El primer movimiento telúrico tuvo lugar en esta zona el jueves y dejó como saldo nueve muertos y más de mil heridos, mientras 44 mil 400 personas fueron trasladadas a refugios seguros ante el temor de nuevas réplicas.
Las principales aerolíneas niponas, Japan Airlines y All Nippon Airways (ANA), indicaron que el terremoto no afectó por el momento a sus vuelos y que las pistas de los aeropuertos de la región están siendo inspeccionadas en busca de posibles daños.
El nuevo sismo es el primero que alcanza este nivel en Japón desde el potente el terremoto del 11 de marzo de 2011 que generó un devastador tsunami y dejó más de 18 mil muertos y desaparecidos en el noreste del país.
Esa sacudida provocó también en la central de Fukushima el peor accidente nuclear desde Chernóbil. Japón se encuentra en el Anillo de fuego del océano Pacífico, el área de mayor actividad sísmica y volcánica del planeta.