Concluyó ayer en Santa María Nebaj, departamento (estado) guatemalteco de Quiché, la declaración de 15 sobrevivientes de la guerra civil en el país centroamericano, quienes no pudieron viajar a la capital debido a su avanzada edad o por problemas de salud, para participar en el proceso por genocidio contra el ex dictador Efraín Ríos Montt y su jefe de Inteligencia durante el gobierno de facto, José Mauricio Rodríguez Sánchez.
El Tribunal de Mayor Riesgo B celebró la audiencia en la sede del Organismo Judicial (OJ) sólo con la presencia de los abogados defensores, querellantes y fiscales del Ministerio Público (MP). La sala ordenó que la audiencia se realizara a puerta cerrada.
Durante la audiencia que duró tres días, familiares de víctimas de genocidio se concentraron en las afueras del OJ con fotografías de sus seres queridos, y exigiendo justicia por las masacres cometidas durante la guerra civil (1960-1996).
Al lugar se movilizaron elementos de la Policía Nacional (PN), representantes de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), y observadores de otras organizaciones, como la Coordinadora de Acompañamiento Internacional en Guatemala y las Brigadas de Paz, para evitar cualquier posible enfrentamiento con simpatizantes de Ríos Montt que estaban presentes.
El segundo juicio por genocidio en contra de los dos militares retirados inició el pasado 13 de marzo en el Tribunal de Mayor Riesgo B, que ordenó que el debate se realizara a puerta cerrada.
El proceso se desarrolla sin la presencia de Ríos Montt, quien es representado por su abogado, debido a que según estudios del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), padece una demencia vascular mixta.
Ríos Montt y Rodríguez Sánchez son acusados por el MP por los delitos de genocidio y lesa humanidad, por su presunta responsabilidad en los asesinatos de mil 771 pobladores de la etnia Ixil, entre 1982 y 1983, crímenes cometidos presuntamente por integrantes del Ejército.
La Fiscalía de Derechos Humanos destacó que en este caso cuenta con pruebas fundamentales como declaraciones testimoniales de aproximadamente 141 testigos; peritajes históricos, militares y psicosociales; así como 66 peritajes antropológicos forenses de exhumaciones, planes militares, evidencias balísticas, y certificados de defunción, entre otros.
Fuente: Cimacnoticias