- El Poder Judicial de la Ciudad de México desarrolló insólita ceremonia, al inhumar los restos de una menor no reclamada que permaneció en el incifo más de un año
- Con sensibilidad y sentimiento humano, el presidente magistrado Édgar Elías Azar, rindió homenaje a la niña hallada en una maleta
- “La despedimos con un cariño muy especial que nació de su frágil, precaria y hasta trágica situación”, dijo afligido
En el Instituto de Ciencias Forenses (Incifo) -antiguamente Forense-, el Jefe de Gobierno, Magistrados y Consejeros, así como Jueces, rindieron póstumo homenaje a la niña que hace un año su cadáver fue hallado en una maleta y que a través de los últimos 12 meses, ningún familiar lo reclamó; por cuestiones de humanidad, el Poder Judicial evitó que Angelita fuera conducido a la fosa común del Panteón Dolores, se le montó una guardia de honor y recibió cristiana sepultura.
En el marco del Día Internacional de la Lucha contra el Maltrato Infantil, Elías Azar consideró que Ángela, como se decidió nombrar a la menor luego de meses sin que fuese reclamada, representa a muchos niños y niñas violentados que no tienen suerte al venir al mundo, el cual se torna en un ambiente hostil para ellos.
Antes de leer un entristecido mensaje (como nunca lo había hecho), el presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, doctor Édgar Elías Azar, hizo un fehaciente reconocimiento por parte del titular del Poder Judicial capitalino, por el “enorme esfuerzo que ha desarrollado la Procuraduría General de Justicia en esta investigación, acatando las órdenes e instrucciones del ciudadano Jefe de gobierno”, doctor Miguel Ángel Mancera Espinosa.
El doctor Elías, como nunca antes, acudió hasta su última morada a la niña desconocida
El mensaje del doctor Elías Azar se enmarcó en un insólito acto republicano-cuan pieza de oratoria poética-, es decir, su sensibilidad como ser humano fue más allá de tener una postura única de un juzgador frío y calculador, sino más bien, con una voz entrecortada pero firmemente convenido del acto, conmovió a los presentes.
Si bien agradeció al Jefe del Ejecutivo local, “que nos permita compartir esta preocupación que siempre ha tenido usted en este lamentable caso, y se lo reconocemos y estimamos el esfuerzo, y de ello pronto dará cuenta el señor procurador”.
La niña hallada muerta dentro de una maleta, aproximadamente hace un año, sin tener la autoridad conocimiento de sus antecedentes particulares, ni nombre, ni quién fue quién o quiénes le privaron de la vida ya que los médicos legistas le declararon una muerte por violencia cráneo encefálica, su cuerpecito estuvo en galeras de la morgue de la capital de la República, en medio casi del abandono supremo, so pena de la presencia de peritos forenses.
Elías Azar afirmaba: “A Ángela -sólo así la conocemos-, una pequeña que falleció de un traumatismo craneoencefálico hace cerca de un año; fue hallada oculta en una mochila en la colonia Cuauhtémoc de esta ciudad. Nunca fue reclamada ni identificada por nadie.
“Ángela ha estado muy sola –dijo-; procuramos darle un cobijo póstumo que tal vez no tuvo en vida. Hicimos cuanto estuvo a nuestro alcance en México y ante delegaciones diplomáticas, que ha impulsado usted reuniones, Jefe de Gobierno, junto con el procurador, con otros países para saber más de ella.
“Ahora mismo es sólo Ángela –precisó-; una niña hermosa que no conoció como debió ser el mundo y que nadie hizo por ella; un servicio médico forense hubo de ser su lugar de descanso los últimos meses, y ahora la despedimos con un cariño muy especial que nació de su frágil, precaria y hasta trágica situación”, dijo afligido.
En adelante –señaló Elías-, a Ángela la buscaremos muchos; se ganó nuestras emociones. Nadie puede estar tan solo y en su soledad, y ahora ausencia nos hablará de su presencia.
Ángela –comentó- representará a muchos niños y niñas violentados que no tienen suerte al venir al mundo y este se torna un ambiente hostil para ellos. “A Ángela no la buscaremos en una urna o en un cementerio, la despedimos hoy para seguirla viendo, y con ella a muchos otros niños en el desamparo. Mejor: en cada mañana en la que el sol brille una vez más; cada vez que las bardas de nuestra ciudad se iluminen con esos rayos brillantes que ella mandará.
A Ángela –dijo con emoción-, la veremos y sentiremos cuando veamos y escuchemos el ir y venir constante del mar y las olas; cuando veamos pasar, movidas por el viento, nubes blancas en el azul infinito; la veremos con la suave lluvia del otoño y con la brisa vespertina de nuestras hermosas tardes de primavera de esta magnífica ciudad. “Ángela será el bullicio de la ciudad y su vida, de muchos que nos movemos y trabajamos y anhelamos muchos sueños cada día”.
Ángela –prosiguió- estará en el follaje de nuestros árboles que se mecen cada noche; Ángela no será pensada como la pequeña que estuvo entre nosotros los últimos meses sola y sin lazos con el mundo. Ángela estará siempre acompañada por los habitantes de esta ciudad. “Será pensada como una niña que mereció una vida plena, como una futura mujer que nunca debió sufrir violencia alguna, como una persona colmada de derechos y libertades que su propia condición humana le proporcionaba”.
Ángela –subrayó Elías-, a partir de su fragilidad, se levanta ahora como un gigante que nos despierta y nos mueve y nos conmueve para llamar nuestra atención principal hacia nuestros niños y niñas de donde quieran que vengan, cualquiera que sea su sexo o fisonomía, su edad o su condición de vida; ellos y ellas, como Ángela, no merecen perder su oportunidad por errores o actos criminales de adultos que no tienen perdón. Aunque no puedan comunicarse exigen cuidado y respeto de la sociedad entera.
Ángela –aseveró el Presidente Magistrado- se ganó el cariño de todos en este medio y en la Ciudad de México y más allá, porque representó con fuerza inaudita los derechos que todo menor debe disfrutar; nunca fue débil aunque lo aparentara; ella pudo significar, y lo hace ahora mismo, una misión que todos asumimos en rededor de nuestra infancia.
“Sí, definitivamente sí, hallaremos a Ángela cada día en cada muestra de la naturaleza; ahí vivirá, vivirá siempre con nosotros y nos hablará de una historia de abandono, que debió de ser una historia de éxito y belleza, todo malogrado por adultos sin conciencia”, dijo conmocionado.
Y advierte: “Es hora con Ángela de ampliar nuestros trabajos, nuestros horizontes y de abrir nuevos límites para hacer posible un mundo mejor a cada niño y cada niña”.
Con Ángela –remarcó- no se va nada, con Ángela se queda mucho; se quedan dolores que sanarán, pero que deben dejar lecciones perennes como la hierba. La despedimos con sentimiento muy humano, pues tal vez somos lo que pudo tener más cerca de ella; cerca una institución que no puede suplir jamás al amor de una familia.
Continuó: “Ángela perdió y perdió la vida y su oportunidad en ella, pero ha sido capaz de traernos hasta aquí para este hasta siempre Ángela, que se ha ganado. Su situación debe pasar de la tragedia a la lección de vida y de libertad de derechos de amor y de cuidados.
“Gracias Ángela por lo que nos enseñaste con fuerza y dignidad. Gracias por hacernos ver la injusticia humana, que debe traducirse en empeños mejores para lograr justicia verdadera”, subrayó.
Hasta siempre Ángela, hasta siempre Angelita, hasta siempre angelito; tus amigos te despedimos. Con el corazón en la mano te decimos que nos ganaste el cariño y nos dejas tu enorme lección de humanidad que debe despertar en toda hora.Tu recuerdo nunca morirá. Gracias.
La inhumación
En la mañana del lunes 25 de abril, fueron inhumados los restos de una menor hallada dentro de una maleta deportiva en la calle de Berlín, en la colonia Juárez, el 23 de marzo de 2015, los cuales nunca fueron reclamados en el Instituto de Ciencias Forenses (Incifo) del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, y cuya identidad aún se desconoce.
Previo a la inhumación en el panteón Parque Memorial, el jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa, y el presidente del Tribunal, magistrado Edgar Elías Azar, montaron una guardia de honor ante su féretro, en el auditorio del Incifo, de donde partió el cortejo fúnebre.
Miguel Ángel Mancera
El Jefe de Gobierno, a su vez, dijo que se despedía a Ángela en esta fecha, pero subrayó que su caso no queda en el olvido ni archivado, y recordó que la Ciudad de México cuenta con un protocolo, o una suerte de motor, que activa la fuerza del Estado para dar con los responsables de ejercer violencia contra un menor.
Asimismo, destacó que se preserva el ADN de Ángela, con lo que la búsqueda de su identidad continúa, además de que la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México tiene instrucciones precisas de mantener las indagatorias.
El cortejo, compuesto por consejeros de la Judicatura capitalina, magistrados, jueces y funcionarios del Tribunal, arribó al cementerio ubicado en Naucalpan, Estado de México, donde, tras un breve servicio funerario, el cuerpo contenido en un féretro blanco fue inhumado.
Ahí, el presidente agradeció a los presentes haber asistido, y reiteró que se mantendrán los esfuerzos para tratar de dar con algún familiar de Ángela.
Pese a que su cuerpo pudo haberse enviado a la fosa común tras unos cuantos días después de no haber sido identificada ni reclamada, se desplegaron diversas acciones tendentes a hallar vínculos de la menor, lo que hasta hoy no ocurrió.
“En el Incifo permanece en resguardo un expediente completo, para el caso de una eventual identificación”, reveló el Poder Judicial de la Ciudad de México.
Por: Blas A. Buendía