Washington, 26 abr (PL) Más de 400 mil niños de origen latino quedaron excluidos del más reciente censo en Estados Unidos, lo que limitó la asignación de recursos a territorios del país con numerosa población hispana, señaló hoy un estudio.
Ello repercute negativamente en la distribución de servicios sociales y la representación política de la comunidad, añadió la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Nombrados (Naleo).
En conferencia de prensa, el demógrafo William P. O’ Hare, uno de los autores de la pesquisa, criticó las omisiones, pues «un censo preciso es un censo justo», subrayó.
Según el análisis, el censo nacional de 2010 omitió en su registro a más de 400 mil niños latinos menores de cuatro años de edad, lo cual provocó un impacto negativo en la asignación de recursos federales a condados y estados gran población hispana.
Entre los sitios con mayores problemas en la contabilización estuvieron California, Texas, Florida, Arizona y Nueva York, ilustró el reporte.
En California reside el 33 por ciento de los infantes no contados (113 mil), principalmente en los condados más poblados, que son Los Ángeles, San Diego, Orange, Riverside y San Bernardino, expuso el documento.
Mientras en Texas no fueron censados 75 mil, en Florida la cifra llegó a 44 mil, en Arizona dejaron de contar a 32 mil menores, en su mayoría residentes en el condado de Maricopa, y en Nueva York a 21 mil.
O’ Hare recordó que la información del censo es empleada para la distribución anual de fondos federales por más de 400 mil millones de dólares, así como para el cálculo de necesidades financieras del sistema de enseñanza.
Los distritos escolares usan los datos para calcular sus presupuestos, pues más del 25 por ciento de los niños estadounidenses menores de cinco años edad son latinos y viven con distintos niveles de pobreza, ejemplificó.
A juicio del investigador, resulta necesario «sacar de las sombras» a los niños latinos en el censo de 2020, pues la proyección es que los menores hispanos representarán en 2050 el 33 por ciento de la población infantil del país.
En opinión del director ejecutivo de Naleo, Arturo Vargas, «el registro inadecuado de este grupo, de manera persistente, es un problema de derechos civiles».
«A menos que estos niños sean incluidos correctamente en el censo de 2020, la comunidad latina continuará teniendo un acceso desproporcionado a servicios públicos y a una representación política justa», evaluó Vargas.
Muchas veces los censos en Estados Unidos obvian a los infantes pobres, pues suelen vivir en sitios considerados de difícil acceso para los funcionarios y porque pertenecen a núcleos familiares compuestos por varias generaciones y con alta movilidad.
Además influyen la falta de dominio en los hogares del idioma inglés, la escasa colaboración de encuestados cuando en la vivienda hay indocumentados y la creencia entre latinos adultos de que los niños no deben ser reportados en el formulario del censo, expuso el examen.