Manila, 28 abr (PL) El boxeador de Filipinas Manny Pacquiao reaccionó hoy desconcertado tras las amenazas de secuestro para él y sus hijos por parte del grupo insurgente Abu Sayyaf, que recientemente se declaró afín al Estado Islámico.
Pacquiao cuestionó los motivos de esa organización para dañarlo a él o a su familia, expresó su descontento y acotó que no entiende por qué se volvió un objetivo.tras la declaración presidencial que difundió la amenaza de los insurgentes.
El ícono de boxeo, de confesión cristiana, aseguró que todos los filipinos son sus amigos, sin distinción de credo o etnia y precisó que siente especial afinidad por los musulmanes del sur.
Pese a ello, el atleta confirmó la adopción de medidas de seguridad para él, su esposa y cinco hijos.
Según el presidente filipino, Benigno Aquino, luego de ultimar a un rehén canadiense esta semana, los irregulares de Abu Sayyaf planearon el rapto de Pacquio pues sus ocho títulos mundiales lo convierten en uno de los hombres más ricos del país.
Analistas locales aseguran que la inclinación de esta figura hacia la política y su conocida fortuna despertaron el interés de esa agrupación, que desde hace años usa el secuestro y la extorsión para autofinanciarse.
Esa organización surgió en la década de 1990 y tiene su bastión en las provincias del sur donde la mayoría de la población profesa el Islam.
Recientemente declararon su afinidad hacia el Estado Islámico y se estima que en estos momentos tengan al menos a 20 extranjeros retenidos.