La historia del instrumento con vida accidentada

“El nombre se lo da el compositor francés Héctor Berlioz y que a él le gusta, a Sax le gusta y a partir de ahí le pone su nombre a todo, ósea Sax era además un inventor de varias patentes”.

(N22) Adolfphe Sax nació en una pequeña aldea, en Bélgica y era mejor conocido como el niño fantasma, a los quince años ya había fabricado un clarinete y dos flautas de marfil, a los 27 presentó la invención musical que haría inmortal su nombre, el saxofón.  La historia de este instrumento y de su autor puede leerse en el libro El cuerno del diablo, que escribió el músico  Michael Segell y que presenta la editorial Paralelo 21 bajo la traducción de Sharbel Pimentel.

“Toda la vida de Sax desde sus inicios es muy accidentada, estuvo a punto de morirse muchas veces, de repente uno cree que está leyendo un cuento de Chejov o una cosa así, no, es realmente su vida. Entonces el instrumento se ve rodeado de las mismas vicisitudes que su inventor, lo patean, el Vaticano lo beta, en la Rusia de la Guerra Fría los saxofonistas se van a Siberia por tocar el saxofón nada más”, comentó Sharbel Pimentel, traductor de El cuerno del diablo.

“El nombre se lo da el compositor francés Héctor Berlioz y que a él le gusta, a Sax le gusta y a partir de ahí le pone su nombre a todo, ósea Sax era además un inventor de varias patentes”.

De acuerdo con el libro,  la  trompa serpentina que compone al instrumento fue una técnica de Sax para impedir el plagio de su diseño  y así evitar que le robaran la patente.

«El saxofón no nace para el jazz, el jaaz le da voz por la forma en la que entra en los Estados Unidos que era un país nuevo, también así como este era un invento nuevo. El saxofón nace para equilibrar las orquestas sinfónicas del siglo XIX, para darle peso, más equilibrio a los ensambles militares a las bandas de metales”.

El cuerno del diablo. La historia del saxofón, de la novedad escandalosa al rey de lo cool ya se encuentra en librerías.

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