Madrid, 14 may (PL) El líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, afirmó hoy que las elecciones generales del próximo 26 de junio se convertirán en un referendo por el cambio en este país europeo.
Sánchez hizo esa valoración durante un acto en la localidad madrileña de Móstoles, en el que fue proclamado oficialmente candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno de España de cara a los venideros comicios.
Ese cambio sólo lo pueden garantizar los socialistas, aseveró el secretario general de la organización centenaria, quien arremetió contra las políticas aplicadas por el conservador Partido Popular (PP) en sus cuatro años de mandato.
Reivindicó el nuevo lema de campaña escogido por el PSOE, Un sí para el cambio, después de que no fuera posible la conformación de un ejecutivo tras las elecciones generales del pasado 20 de diciembre.
El político socialdemócrata, que en marzo fracasó en su intento de investidura al no reunir los apoyos necesarios, renovó su malograda propuesta de constituir un gobierno transversal (con fuerzas de derecha e izquierda).
Descartó la posibilidad de pactar con el PP, del presidente del Ejecutivo en funciones Mariano Rajoy, al que recomendó regenerarse en la oposición.
Al ser insuficientes para gobernar los 90 escaños obtenidos en diciembre -el peor resultado en la historia del PSOE-, Sánchez pidió un mayor apoyo en la nueva cita con las urnas para armar el que definió como «el gobierno de la honradez».
El pistoletazo de salida de la precampaña de los socialistas se dio un día después que Izquierda Unida IU) y Podemos (centroizquierda) anunciaron el nombre de su coalición electoral, Unidos Podemos, con la que concurrirán juntos a los comicios de junio.
Con su alianza, ambas agrupaciones aspiran a desplazar al PSOE del segundo puesto conquistado en las generales de diciembre y pisarle los talones al PP, que resultó la fuerza más votada pero sin la mayoría suficiente para mantenerse en el poder.
En las elecciones de hace cinco meses, IU alcanzó casi un millón de votos y dos escaños en el Congreso de los Diputados, mientras que Podemos y sus confluencias territoriales superaron los cinco millones de sufragios y consiguieron 69 bancas en la Cámara baja.