Ante falta de autonomía financiera y política las delegaciones son presa de chantajes y presiones: RMA

Las delegaciones no son más que gerentes de mantenimiento con muy escasas posibilidades y recursos”

A la Delegación Cuauhtémoc se la ha tratado mal porque no se le regresa ni el 1 por ciento de lo que produce: 4.6% del PIB nacional y genera más de 200 mil millones de pesos, sin embargo sólo regresan a ésta 2 mil 800 millones de pesos, de los cuales, 2 mil 100 se destinan a nómina.

“Por lo cual quedan recursos mínimos para atender servicios urgentes como recolección de basura, espacios públicos, guarniciones, banquetas, pavimentación, entonces tengo que tocar puertas, dijo Ricardo Monreal Ávila, Jefe Delegacional en Cuauhtémoc, Ricardo Monreal Ávila.

Informó que entregará al Constituyente un documento sobre Facultades y Funciones de los jefes delegacionales cuando se conviertan en alcaldes, para que se le confiera a las delegaciones mayor autonomía financiera, debido a que “las delegaciones no son más que gerentes de mantenimiento con muy escasas posibilidades y recursos”.

“La reforma al artículo 122 constitucional conlleva, al menos, dos problemas serios para las finanzas de la capital del país. Uno es que la Cámara de Diputados conservará la facultad de aprobar la deuda, lo cual es una regresión y limita las opciones de financiamiento y abre la posibilidad de chantaje político, como ha sucedido de manera recurrente en el pasado”, destacó.

El segundo problema de la Reforma, dijo, es que no obliga a la Federación (aunque se menciona la posibilidad) de establecer en el ramo 33 un fondo de capitalidad que compense a la Ciudad de México por los costos que le genera el ser la sede de los poderes de la Unión.

Por otro lado, la capital ofrece servicios subsidiados a alrededor de cinco millones de personas, principalmente del Estado de México, que trabajan en la capital pero que no son contabilizados como residentes. La reforma constitucional no reconoce la necesidad de establecer mecanismos de financiamiento conjunto para servicios públicos, como es el caso del Sistema de Transporte Colectivo Metro.

“La discusión principal es la falta de autonomía financiera y política de las delegaciones hace posible que los jefes delegacionales sean fácil presa de chantajes y presiones políticas, por ejemplo, nosotros para poder tener un recurso tenemos que solicitarlo a la Secretaría de Finanzas, que tarda días para que autorizarlo, cuando es un recurso etiquetado”, indicó.

“No son mecanismos institucionales, son totalmente discrecionales, si estás bien arriba te tratan bien y si eres opositor te someten y no tienes manera de defenderte”.

No se va a ganar nada con que se apruebe la alcaldía y se deje igual el régimen jurídico, lo mismo si no dan autonomía política y financiera, por eso hay que discutirlo pues, agregó: sólo del 15 al 20 por ciento del padrón electoral en la Ciudad de México, están dispuestos a ir a votar, sentenció.

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