Ciudad del Vaticano, 19 may (PL) El papa Francisco condenó hoy la explotación laboral como un pecado mortal, durante una misa en la capilla de su residencia, según informaron medios locales.
«Quien acumula riquezas por medio de la explotación, el trabajo en negro, nueva esclavitud, es una sanguijuela que esclaviza a la gente. La sangre de quien es explotado en el trabajo es un grito de justicia al Señor», afirmó Francisco, quien se inspiró en una carta del apóstol Santiago para su homilía este jueves en la Casa Santa Marta.
«Pensemos en lo que ocurre hoy en todo el mundo. Te hacen un contrato de septiembre a junio, sin cotizar, sin vacaciones, sin seguro médico, y cuando se termina, julio y agosto tienes que comer aire y luego te vuelven a contratar en septiembre».
Para Francisco, estos son verdaderas sanguijuelas que viven de la sangre de la gente y crean esclavos del trabajo.
Según refirió el papa argentino, conseguir riquezas a través de la explotación humana, es una forma de esclavitud presente hoy en muchas ciudades. Se trata de un tráfico de personas, como el que afecta a prostitutas, niños o el trabajo infantil, pero se le considera más civilizado, señaló.
También insistió en que eso es un pecado mortal y que se necesita mucha penitencia para convertirse.
A finales de 2015, el alto pontífice también condenó la explotación laboral durante su visita a Prato, capital textil de Italia, donde murieron siete trabajadores chinos en sus puestos de trabajo.
Papa Francisco condena la explotación laboral
