THE BEATLES Soundbreaking, el eco final de Sir George Martin

BLAS A. BUENDÍA / blasalejo@yahoo.com

  • «Un productor tiene que tener tacto, tiene que ser diplomático y tiene que saber manejar a un artista»
  • El arte de la creación musical, una manifestación de la creación humana que, en mayor o menor medida, ha cambiado la vida de todo el mundo
  • Soundbreaking, el último trabajo en televisión de George Martin se estrena en Odisea
  • Elton John, Paul McCartney, Ringo Starr, Quincy Jones Ben Harper, Brian Wilson, Phil Spector y Brian Eno, entre otros
  • …aquellos cuatro desvergonzados melenudos de Liverpool marcó una pauta para las futuras relaciones entre músicos y productores…
  • la electrificación de la música…
  • …sonidos gloriosos…

 

 

 

 

 

(Reporte y fotocomposición Especiales)

 

 

 

«Un productor tiene que tener tacto, tiene que ser diplomático y tiene que saber manejar a un artista».

 

George Martin, el legendario productor y el padre del sonido con el que los Beatles arrasaron en las listas de la música mundial –abandonó este mundo en marzo (2016)-, pero antes de presentir su muerte quiso dejar constancia de su gran legado de cómo participó en algunos de los momentos más importantes de la Historia de la Música.

 

Soundbreaking  -la revolución musical en los Estudios de Grabación-, fue su última aportación a una larga historia de amor por el proceso de creación de discos y canciones.

 

Ahora, el canal Odisea (http://odisea.es/), estrena mundialmente (el martes 24 de mayo (2016) a las 22.50) esta serie documental que, a lo largo de ocho episodios, recorre los diferentes aspectos del proceso de grabación musical, que dentro de su tesis, considera que los estudios de grabación son la banda sonora de nuestras vidas.

 

Un recorrido que pretende iluminar un proceso que ha permanecido en la sombra, mientras los focos se centraban en la vida y obra de las estrellas, los monstruos de las multitudes.

 

THE CAVERN CLUB

A lo largo de tres años, Jeff Dupre y Maro Chermayeff entrevistaron a 150 figuras destacadas del negocio musical, desde estrellas a mercenarios de estudio, desde productores hasta ingenieros de sonido, de ejecutivos a DJs. Todo, con el objetivo de capturar el arte de la creación musical, una manifestación de la creación humana que, en mayor o menor medida, «ha cambiado la vida de todo el  mundo», como explicó Dupre durante la presentación de Soundbreaking en Madrid.

 

La presencia de George Martin -considerado como el “Quinto Beatle” por su amplia participación en los primeros discos del grupo inglés, teniendo un papel en ellos como arreglista, compositor y productor-, frente a las cámaras y también como padrino de la serie, es uno de los principales atractivos de los capítulos, en los que aportan sus experiencias Elton John, Paul McCartney, Ringo Starr, Quincy Jones Ben Harper, Brian Wilson, Phil Spector y Brian Eno, entre otros.

 

Además de sus testimonios, Soundbreaking cuenta con numeroso material inédito de David Bowie, Bob Dylan, Stevie Wonder y otras figuras capitales en el desarrollo de la música popular.

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Al margen de sus trabajos con Los Beatles, George Martin produjo grabaciones para otros grupos y artistas como Elton John, Cilla Black, Kenny Rogers, Matt Monro, Jeff Beck, John Williams, Neil Sedaka y Ultravox, entre otros.

 

Pero, por encima de todos ellos, sobresale Martin: «Habláramos con quien habláramos, salía su figura, todo el mundo volvía a él, así que se ha convertido en una especie de espíritu que preside la serie«, explicó Dupre.

 

Para el director, una de las mayores satisfacciones de esa aventura fue que el veterano productor pudiera verla terminada antes de morir: «Estamos muy contentos de que pudiera disfrutar de ella y de que, además, le gustara mucho».

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En el primer capítulo de la serie, dedicado al trabajo de los productores, Martin recuerda alguno de los hitos que jalonaron su breve aunque fructífera carrera con el cuarteto de Liverpool.

 

«Cuando firmé con los Beatles», asegura, «no sabía que ya habían acudido a todas las compañías discográficas del país y que les habían rechazado en todas».

 

Algo que corrobora a cámara el propio Ringo Starr:»Cuando conocimos a George, nos encantó, porque apostó por nosotros. Nadie más lo habría hecho. Con un nombre como ése, The Beatles, y siendo de Liverpool, nadie se arriesgó«.

 

«No tenían ni idea de lo que era un estudio de grabación. Su experiencia se limitaba a actuar en directo en The Cavern, en Hamburgo y cosas así», explica Martin sobre aquel primer contacto.

 

«Creo que los Beatles se habrían convertido igualmente en grandes músicos conmigo o sin mí. Pero el hecho de que yo estuviera allí ayudó mucho y posiblemente triunfaron más rápidamente», reconoce en otro momento de las entrevistas.

 

Y es que ese encuentro entre aquel gentleman que nunca había trabajado con un grupo de rock y aquellos cuatro desvergonzados melenudos de Liverpool marcó una pauta para las futuras relaciones entre músicos y productores.

 

«Cuando veía imágenes antiguas de George Martin», explica Linda Perry (ex lideresa de Four Non Blondes y responsable de éxitos de Pink y Gwen Stefani), «sabía que ése era el tipo importante al que había que seguir. Nadie le pide autógrafos, pero él es el que manda«.

 

George Martin fue músico, compositor, ingeniero… Polifacético en todos los sentidos. Para muchos fue «el padre» del sonido con el que los Beatles arrasaron en las listas de los grandes éxitos. Martin ganó numerosos premios Grammy y fue nominado a un Oscar por la banda sonora de la película de los Beatles «A Hard Day’s Night».

 

Brian Eno, otro de los grandes de negocio, desde su puesto de productor de éxitos de David Bowie (Heroes) y U2 (The Joshua Tree), asegura en otra de las entrevistas de Soundbreaking que «los productores eran los que entendían cómo funcionaban las grabaciones, los que decían: ‘Tenemos un montón de nuevas posibilidades; vamos a averiguar qué podemos hacer'».

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Desde un punto de vista más espiritual, Quincy Jones, que logró junto a Michael Jackson  éxitos incontestables como Thriller (https://www.youtube.com/watch?v=sOnqjkJTMaA), asegura: «Cuando produces algo, tienes que establecer una conexión. Y tiene que haber amor y respeto».

 

Y St. Vincent, la última revelación del rock estadounidense, lo resume todo en dos frases: «Básicamente, un productor aporta otro punto de vista. Es fácil crear sonidos, pero no todo el mundo puede crear música».

Los cuatro desvergonzados melenudos de Liverpool

De la voz humana al “sampler”

 

 

‘Soundbreaking’ no sigue un recorrido lineal por la historia de la grabación de música, sino que agrupa su contenido en bloques temáticos.

 

Así, el primer capítulo está dedicado a los productores, como George Martin, mientras que el segundo recoge el momento en el que los estudios de grabación se convirtieron en un nuevo instrumento para desarrollar la creatividad.

 

El tercero habla de la voz humana y su procesamiento, mientras que el cuarto cuenta la revolución que supuso la electrificación de la música. El ritmo (episodio 5), el “simple” (6), los vídeos musicales (7) y las nuevas formas de consumo musical (8) completan el viaje.

 

George Martin

 

Su pasión por la música comenzó cuando tan sólo tenía seis años.

Sus padres compraron un piano que atrajo toda la atención del pequeño.

A los 8 suplicaba a sus padres que le pagaran clases de piano.

Un deseo que le concedieron pero que tan sólo duró 8 semanas por un fuerte desencuentro entre su madre y el maestro de piano.

Al final, Martin se convirtió en un autodidacta de las teclas. «Recuerdo muy bien la primera vez que oí una orquesta sinfónica. Era un adolescente cuando Sir Adrian Boult trajo la orquesta sinfónica de la BBC a mi escuela. Era absolutamente mágico. Al oír tales sonidos gloriosos encontré difícil no conectar con 90 hombres y mujeres que soplaban en latón e instrumentos de madera o raspaban cuerdas con arcos de pelo de caballo», declaró años después el famoso productor.

Sus primeros pasos en este mundo comenzaron con la BBC y con EMI.

Produjo lo que nadie quería producir y lograba triunfos a los que nadie pensó podría llegar.

Hasta que allá por el año 1962 una llamada del Sid Coleman, de Ardmore, le cambiaría la vida a él y a cuatro jóvenes por los que las discográficas no daban un duro.

Martin apostó por los Beatles tras ver el entusiasmo con el que Brian Epstein hablaba de ellos y de su música.

Durante los siguientes años, ayudó a organizar y producir muchos de los mayores éxitos de la banda, incluyendo Yesterday y Love me do, entre otros.

Martin fue nombrado por el Libro Guinness de los Récords como el productor más exitoso de la historia, con más de 50 Nº 1 registrado en más de cinco décadas sólo en Estados Unidos y Reino Unido.

Además, ocupó cargos en empresas de medios de comunicación y contribuyó a causas benéficas, incluyendo sus trabajos para The Prince’s Trust, formada por el príncipe Carlos para ayudar a los jóvenes con talento, y la isla caribeña de Montserrat.

La reina Isabel II le concedió en 1996 el título de Caballero por sus servicios a la industria musical y a la cultura popular.

 

¡The Beatles –cuán semejanza al legado musical del alemán Ludwig van Beethoven-, para siempre y por siempre!

 

https://www.youtube.com/watch?v=bvnmZUVDOVM

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