- Cómo se nos Roba
- Programa Social
- Responder, Nunca
Consideramos que el régimen federal en curso se mantiene –increíble por cuanto a la enfermedad del mandatario y su ausencia de liderazgo además de la ilegitimidad derivada del rechazo de entre ocho y nueve de cada diez mexicanos-, a base de consignas repetitivas, posturas insolentes e incluso desafíos –como contra los maestros que no necesariamente deben confundirse con los líderes “de la disidencia”-, como si mantuviera una guerra, paralela a la sostenida entre las mafias, en contra de quienes pretenden ejercer una norma constitucional de enorme calado: la soberanía popular.
Las evidencias sobre el proceder inmoral de quienes rodean al presidente y éste mismo no son sino pruebas evidentes de su desprecio a los gobernados y de la deformación, basada en la permanencia de la impunidad como clave del establishment, además de la avidez con la cual la conquista del poder es como una especie de patente de corso para poder meter la mano en el erario público, desviarlo a su antojo y, peor aún, ocultar las aplicaciones amorales como si fueran sólo responsabilidad de los emprendedores privados con la bendición de la suprema voluntad política. Todo lo demás es consecuencia, como una gran máquina que pasa sobre el terraplén dividiendo a las clases sociales y condenando, de por vida, a quienes nacen pobres, salen del país para ser humillados y retornar creyendo haber conquistado el mundo porque traen consigo una “troca” en donde acaban viviendo inhalando polvo, tragándose el frío o impregnándose del calor para evitar las picaduras de los insectos.
Quienes repasen el comentario anterior y consideren que se trata de un sarcasmo, no saben cuántos de nuestros connacionales sobreviven en estas condiciones de horror mientras una pequeña elite –a la que pertenezco como muchos de mis amigos lectores-, duerme sobre colchones y tiene agua caliente a menos de diez pasos de su lecho con un refrigerador que, cuando menos, contendrá lo necesario para sobrevivir, acaso, hasta por tres o cuatro días más en el peor de los casos.
Desde luego, los arreglos soterrados con el grupo HIGA no son el centro de esta trama aun cuando evidencias no sólo de los extraños “financiamientos” a la señora voladora, “La Gaviota” –quien sólo podrá realizar papeles de villana en el futuro y esto si lo tolera un público ávido de rencores-, para la compra de las célebres “casas blancas” de las que, por cierto, NO se ha desprendido como ofreció en la cursi conferencia de prensa en la cual asumió un papel que no le correspondía por no ser funcionaria pública aunque se pasee por hospitales, muy de vez en cuando, o sirva de adorno envidiado en las visitas de Estado en donde se establece un contraste brutal, nunca visto en las crónicas de otras administraciones: extrema cortesía de reyes y vicarios; y una evidente repulsa por las calles en donde los cartelones son bastante más agresivos que cuantos salen al aire en las capitales mexicanas. Lo menos que dicen es: ¡asesino! Y es bastante.
Nunca se ha investigado, por ejemplo, la extraña relación entre josé lópez portillo y su sucesor miguel de la madrid –fundador de la célebre “cofradía de la mano caída”-, para evitar que la contratación de deuda externa fuese autorizada por el Senado de la República; bastó con un decreto sobre pies para acomodar las cosas y separar las decisiones de lópez en cuanto a los préstamos excesivos aunados al saqueo permanente de divisas avivado por la información confidencial ofrecida por los cómplices del gabinete: en 1982 se fueron del país, nada menos, 40 mil millones de dólares –la mitad de la deuda entonces reconocida-, mientras el país quebraba de hecho. Luego vendría la traición del señor de la madrid para indemnizar a los banqueros, a quienes se había expropiado sus instituciones, con las cifras más elevadas pagadas por nuestro gobierno en la historia; superiores a las ofrecidas a deudos y víctimas de las guerras, como muestra. ¡Y fueron diez años, esto es hasta 1992, con salinas en la Presidencia, lo que duró el pago generoso a los ricos usureros!
Por esta razón, la denuncia presentada por el egregio jurista y maestro Ignacio Burgoa Orihuela contra las desviaciones presupuestales de lópez portillo y su manera irresponsable de endeudarse con acreedores estadounidenses señalados por la Casa Blanca, no sólo no dio cauce a una indagatoria contra el ex mandatario citado sino posibilitó que su sucesor, de la madrid, se blindara mediante un mero decreto –nunca superior al ordenamiento constitucional-, por el cual se ungía al presidente para poder contraer empréstitos sin el menor control del Legislativo –en realidad, por el mayoriteo existente, no era más que un requisito a llenar aun cuando podríamos los testigos sacar a la luz las irregularidades-, y a base de acuerdos siempre soterrados con los acreedores de exterior.
Esta tremenda diferencia no ha sido motivo de suficiente análisis y, sin duda, fue la que nos colocó en un punto de no retorno con ninguna posibilidad de llegar a algún destino cierto. Nos atracaron a mano armada.
Y lo siguen haciendo. Las protestas de los maestros, en demanda de mejores ingresos y especialmente una mejoría sustantiva en la infraestructura educativa –el único con sueldos de lujo es el “niño bonito” del gabinete, el ahora secretario de Educación, Aurelio Nuño Mayer-, revierten contra ellos porque desde el gobierno se mantiene una campaña en contra de quienes tanto molestan a los citadinos por los cierres de calles. Y sí, es cierto, fastidian pero no por efecto de sus consignas sino por la negligencia extrema de las autoridades y la nula voluntad para dialogar, en serio. Así ocurrió en Oaxaca, desde el sexenio anterior, el de Ulises Ruiz Ortiz, quien llegó incluso a telefonear a sus pares gobernadores para informarles que estaba dispuesto a reprimir como lo hizo, desaconsejado por quienes recibieron sus telefonemas. Los autócratas pretenden cubrirse las espaldas pero, siempre, son descubiertos.
A cambio de ello, los Ministros de la Corte y el poder Judicial en genera, resuelven, en petí comité, disminuir las pensiones a quienes entregaron sus vidas al Seguro Social o al ISSSTE, en donde los servicios escasean y hasta se posibilita la toma de fotografías al lado de moribundos, como sucedió, recientemente, en el caso de Margarito, el célebre pequeño ser de algunas películas insulsas, muerto horas después del episodio. Me recordó, con horror, al caso del “hombre elefante”, el inglés Joseph Carey Merryck, quien existió más allá de su popularidad por efecto de una película que parecía ficción.
Y así nos siguen hurtando hasta las identidades, por el reciente robo internauta del Padrón Electoral –por lo cual el partido Movimiento Ciudadano, aunque ya antes había filtrado información el Partido Verde-, y pretenden socavarnos la memoria. Fíjense: algunos desorientados insisten en que calderón ha sido “el mejor presidente” de país. No lo entiendo pero lo asiento. Y basta con citar un solo caso para callar a estos exaltados, buscadores de la Margarita entre la yerba mala.
Durante el atroz periodo calderonista –cuando las concesiones llegaron a ensangrentar la conciencia nacional-, se invirtieron, nada menos, ¡tres mil millones de pesos! en la tecnología necesaria y el equipo destinado a crear una cédula de identidad, paralela a las credenciales de elector que cubren este “vacío”, misma que no se continuó y llegó muerta al periodo sexenal posterior. Obviamente, los peñistas la desecharon pero fue calderón quien la archivó luego de distribuir el dinero requerido en innumerables comisiones para sus favoritos. ¿Cómo podemos olvidar tan pronto al grado de exaltar, como lo hacen los tuertos, a un personaje cuya única aportación reconocida fue la guerra inútil iniciada por él con saldo de cien mil muertos y setenta mil desaparecidos?
¡Lean, señores! ¡Infórmense! Sobre todo porque la manipuladora propaganda de la derecha posibilita, como ya ocurrió, que el señor fox se diga un “presidente mejor que Juárez”, una insolencia histórica inadmisible, y calderón aliente a sus testaferros a señalarlo como el mandatario que ha dado mejores cuentas… en cuanto al número de muertos, desde los de los enfrenamientos mafiosos hasta las inocentes criaturas de Hermosillo.
La amnesia colectiva es la que permite a cualquiera el autoelogio miserable.
Debate
Los discursos políticos, impregnados de demagogia, caen en contradicciones irreversibles. Andrés Manuel, por ejemplo, no cesa en discursar sobre las diferencias de clase –notables-, la necesidad de gobernar para los más necesitados –no me gusta llamarlos pobres porque, en no pocas ocasiones, tienen mayor riqueza espiritual que los multimillonarios cuyas existencias son tan poco felices como el dinero sucio que acumulan-, y el imperativo de evitar estallidos procurando atender a cuantos tienen menos y no pueden salir del abismo de la miseria.
Pese a ello, llamó al señor peña a que suspendiera sus escasos programas sociales porque pueden inducir al voto a favor del PRI. Por desgracia, millones de mexicanos esperan estos tiempos electorales para obtener algunos beneficios que rediman en algo su dolor; y es peor si se les niega este privilegio porque, por rencor, podrían reaccionar del modo contrario al esperado por los opositores: esto es ajustando las cuentas con quienes pidieron suspender las “ayudas”.
Es una reflexión. Estoy seguro de que gran parte de quienes “venden” sus votos luego quedan en libertad de hacerlo secreto aun cuando las brigadas mafiosas retienen sus credenciales de electores. Es, en este punto, donde se realiza el fraude y si alguien lo sabe bien es López Obrador, víctima dos veces de esta maniobra. ¿Por qué no se ha preocupado, a través de más de una década, por encontrar algún mecanismo para contrarrestar a estos pillos? ¿Si las instituciones comiciales no son confiables cómo puede garantizar que los votos a su favor sean respetados?
Dos veces, en 2006 y 2012, no supo qué hacer ni cómo defender a los suyos; y el PAN y el PRI hicieron de las suyas pasándole encima por carecer de escudos. Este es el gran desafío para él y para cuantos pretendan, como este columnista, aventurarse a una campaña por la Primera Magistratura a sabiendas de que la partidocracia se ha convertido en un brazo más de la dictadura “perfecta”.
La Anécdota
El señor peña nieto exigió a su secretario de Educación, el exquisito Aurelio Nuño Mayer, que respondiera, con claridad, a las demandas magisteriales. Optó por salirse por la tangente y engolar la voz para hacerla parecer firme si bien con un acento fascista inocultable. Pareciera que estamos regresando a los tiempos de la Segunda Guerra Mundial cuando Hitler mandaba a los hornos a millones de judíos –cada año el número aumento por nuevas indagatorias y porque así Alemania, la poderosa, paga más a Israel por indemnizaciones, casi como los pútridos banqueros mexicanos-, mientras fundaba la primera “sociedad protectora de animales”.
Por supuesto, al pedir el presidente que un funcionario bajo su mando responda, tácitamente está reconociendo que no existen formas de llegar al diálogo sino a la confrontación verbal. Este es el paraíso del peñismo.
Sólo se engaña reiteradamente a los tontos o a los masoquistas.
Díganme, amables lectores, si se identifican con estas condiciones.
Espero que no; pero sin reacciones sociales severas provocarán que lleguen a las gubernaturas
algunos de los más sucios representantes del sistema, comenzando con yunes linares en Veracruz
o el mancebo de Roberto Borge Angulo en Quintana Roo y… una decena más.