Madrid, 16 jun (PL) Los trabajadores del metro de la capital española iniciaron hoy el cuarto día de una huelga de dos semanas, con paros parciales en ese vital servicio de transporte, para reclamar un nuevo convenio colectivo.
Las interrupciones en el subterráneo madrileño comenzaron a primera hora del pasado lunes y se producirán hasta mañana en diferentes horarios, una situación que se repetirá la venidera semana durante los mismos días.
De acuerdo con las organizaciones sindicales con representación en el Metro de Madrid, la convocatoria a la medida de fuerza tiene lugar después de 27 reuniones y tras más de seis meses de negociación, en los que no hubo ningún avance en el futuro contrato laboral.
Las seis centrales obreras involucradas en las tratativas denunciaron que la empresa pretende aumentar la jornada de trabajo de los conductores sin contemplar un aumento salarial.
El sindicato de Maquinistas y la Confederación Sindical de Comisiones Obreras (CC.OO.) advirtieron que la compañía intenta imponer condiciones en el nuevo convenio, con fines de privatización de la gestión de las líneas rentables y de servicios de mantenimiento.
Para CC.OO., una de las dos organizaciones sindicales mayoritarias de España, la empresa insiste en modificar sustancialmente las condiciones laborales, con el objetivo de liberalizar aún más el servicio.
El gobierno de la Comunidad de Madrid fijó unos servicios mínimos de entre el 51 y el 65 por ciento de los trenes que circulan habitualmente en el suburbano para las 10 jornadas de paros parciales.
Estas movilizaciones suceden a las que se registraron los días 21, 22 y 23 de mayo por las mismas reivindicaciones.
En esta ocasión, la nueva jornada de paros parciales en el suburbano capitalino no coincidirá con los que llevan a cabo los maquinistas de la Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles (Renfe), que también reclaman mejores condiciones laborales y salariales.
La dirección de Renfe y el Sindicato Español de Maquinistas y Ayudantes Ferroviarios (Semaf) lograron la víspera avances en sus negociaciones, por lo que desconvocaron el cuarto día de huelga previsto para hoy.
Los conductores protestan por la demora de Renfe en poner en marcha distintas medidas en materia de empleo y sostenibilidad acordadas con los sindicatos, que incluyen un plan de salidas ordenadas de personal y la promoción de nuevos ingresos en las diferentes actividades del grupo.
El Semaf pide más contrataciones en su sector, pues en los últimos años se perdieron unos 330 puestos de trabajo, según denunció.
También lamenta la falta de apuesta por el transporte de mercancías por ferrocarril y la disminución de servicios de vía estrecha heredados de la extinta empresa pública FEVE (Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha), desaparecida en 2012.