- El Presidente planea aprovechar la visita para dejar en claro que el país está con la gente del estado, con la comunidad LGBT y que lamenta su pérdida.
WASHINGTON, DC.- Mientras los líderes políticos discuten sobre armas y terrorismo, el presidente Barack Obama tratará de ayudar a sanar a una comunidad desconsolada durante una visita solemne el jueves a Orlando, Florida.
Como lo ha hecho en otras tragedias, Obama no planea dar discursos importantes ni pedirá acciones durante su viaje a una comunidad que está sufriendo por el peor tiroteo en la historia de Estados Unidos.
De acuerdo con The Associated Press, el mandatario planea pasar la mayor parte del tiempo consolando a las familias de las 49 víctimas, reuniéndose con médicos, paramédicos y otros socorristas que fueron los primeros en llegar al club Pulse.
Esta visita de bajo perfil refleja el intenso desafío que enfrenta el presidente para hallar algo importante qué decir mientras las causas del ataque se vuelven cada día más turbias. Incluso para aquellos que sepultarán a sus seres queridos, no queda claro qué hizo que un musulmán de 29 años nacido en Nueva York disparara en un centro nocturno gay el domingo en la madrugada y, que según versiones, era asiduo visitante del lugar.
El secretario de prensa de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo que Obama lidiará con la ambigüedad del ataque en Florida enfocándose en las víctimas.
Presidencia difundió pocos detalles del viaje, el cual según asesores, fue preparado en una fracción del tiempo que normalmente se necesita para un viaje presidencial. Pero Obama planea aprovechar la visita para «poner en claro que el país está con la gente de Orlando, con la comunidad LGBT y que lamenta su pérdida», dijo Earnest.
El vicepresidente Joe Biden acompañará a Obama en Orlando.