Roma, 17 jun (PL) Amplia polémica entre sectores conservadores de la Iglesia Católica generaron las declaraciones del papa Francisco sobre los matrimonios católicos modernos, a los cuales señaló como inválidos, por no ser asumidos como un compromiso de por vida, informó hoy Radio Vaticano.
De acuerdo con el portal digital del citado medio, no es la primera vez que el Sumo Pontífice es criticado por sus declaraciones espontáneas sobre temas doctrinales.
Sin embargo, apuntó Radio Vaticano, lo que realmente sucede es que las intervenciones de Francisco son, a menudo, tergiversadas, en función de intereses perseguidos por determinados grupos, en algunas ocasiones pertenecientes, lamentablemente, a la propia Iglesia católica universal.
En esta ocasión, el Santo Padre puntualizó, en relación con el mencionado tema, que se vive dentro una cultura provisional y ello contribuye a la nulidad de gran parte de las uniones sacramentales, pues las parejas dicen «sí, por toda la vida», pero no lo interiorizan.
El Obispo de Roma aseguró, además, que el asunto está vinculado con las modas sociales.
Muchos jóvenes tienen un enfoque materialista y superficial de su boda, como la obsesión por elegir el vestido, la iglesia y el restaurante correcto, agregó.
Los conservadores también criticaron al líder de la Iglesia católica por decir que los sacerdotes no debían presionar a parejas que ya vivían juntas si no estaban listas para casarse y, en cambio, debían instruirles para contribuir a la madurez de la fidelidad.
Reportes indican que algunos medios de prensa, como el estadounidense New York Times o la revista conservadora First Things Catholic, calificaron al Papa como irresponsable, ridículo o equivocado al referir esas declaraciones.
El matrimonio católico es uno de los principales tópicos de debate en importantes reuniones de la Iglesia católica promovidas por Francisco, como el Sínodo de la Familia, con el fin de buscar mayor flexibilidad y adaptación a las demandas de la posmodernidad.
Papa califica los matrimonios modernos como ‘inválidos’ por no ser un compromiso de por vida
