- Graves Detonantes
- El Idioma de Nuño
- Dieta de El Güero
Otra de las grandes especialidades del gobierno federal es provocar el linchamiento ajeno para lavarse después las manos al estilo de Poncio Pilatos. Porque, desde luego, en materia de narcotráfico, por ejemplo, no tengo duda de que los mayores enclaves, los socios políticos de los “capos” de relevancia, están desempeñando funciones políticas en la ciudad de México, sobre todo en el Congreso y en el poder Ejecutivo, minado desde hace varios sexenios por el involucramiento de las “primeras familias” en los escándalos mayores.
No olvidemos que ninguno de los ex presidentes está libre de culpa. Repasemos, brevemente, la historia: echeverría, sin paliativos, protegió a sus cuñados, sobre todo a Rubén Zuno Arce, fallecido en una prisión de Florida en septiembre de 2012 cuando ya tenía ochenta y dos años, acusado de contrabando –de nitrato de plata- y de delitos contra la salud; lópez portillo dejó hacer y deshacer a su mecenas, Carlos Hank González, a cambio de proteger a los orgullos de su nepotismo; carlos salinas y su hermano incómodo, Raúl, llenan varias páginas de contubernios amorales incluyendo a su única hermana, Adriana conocida como Liru; ernesto zedillo solapó a su suegro y sus cuñados quienes capitaneaban, tras bambalinas, el cártel de Clima de los hermanos Beltrán Leyva, “exportadores” de metanfetaminas; fox acabó comprando, en el linde de su rancho, una propiedad que antes fue de Amado Carrillo Fuentes y en donde éste instaló el más grande laboratorio de cocaína de Latinoamérica; y calderón, claro, abrió las puertas al ejército para que, a través de sus cuñados, sobre todo Hildelbrando, hermanos de Margarita, se canalizaran los sucios dineros.
Y la costumbre continúa. El señor peña nieto, bajo amenaza de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo” -por cierto, hace unos días tuve a la vista una de sus sandalias; pero esta es otra historia-, llegó a la Presidencia y negoció con la Confederación de Sinaloa –así bautizaron a la organización criminal-, al grado de que la aprehensión del mismo se hizo bajo acuerdo, lo mismo que la segunda tras un escape ruidosamente grotesco, mientras Ismael “El Mayo” Zambada García, quien nunca ha sido detenido, se convertía en el cabecilla de la organización a la que también pertenece Héctor “El Güero” Palma Salazar. ¿Ligan, amables lectores, las líneas de la perversión?
Por ello las simulaciones son tan grotescas y los cómplices reales pasan de puntitas sobre los escenarios políticos más ríspidos. No entiendo cómo, digamos una muestra, el ex gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, puede “reaparecer” socialmente, fotografiándose al lado de sus colaboradores señalados, aprehendidos y liberados pese a sus respectivas responsabilidades en torno al drama de Iguala y Cocula, sin ser siquiera requerido por las autoridades penales. ¿Él fue el único limpio en el mar proceloso de la violencia y la corrupción? ¿Sólo porque selló su destino al compadrear con el señor peña nieto aunque no ganara la nominación priísta pero sí una elección truculenta abanderando una de esas alianzas turbias del PAN y el PRD?
Tampoco se ha procedido contra el troglodita de Veracruz o el descastado de Tamaulipas, sendos gobernadores que se han cansado de realizar tropelías y mantener nexos inconfesables con bandas de criminales, no sólo narcotraficantes, al grado de perseguir a líderes de opinión o sojuzgarlos –un crimen mayor podría decirse-, descomponiendo al gremio periodístico hasta la barbarie. Esta estructura, por cierto, la heredará el mafioso Miguel Ángel Yunes Linares en cuanto tomé las riendas de los veracruzanos tibios quienes prefieren acomodarse a los hechos antes de actuar; por fortuna, son los menos aunque este sujeto execrable se haya impuesto con una ventaja mínima dentro de una minoría cooptada.
Y, en la misma línea, el gobierno federal atormenta a las entidades en pie de guerra, Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Chiapas, entre otras, entidades en las cuales los maestros soliviantados de la Coordinadora Nacional de la Educación –hablo de las bases no de las dirigencias, encabezadas por Rubén Núñez y Villalobos que enfrentan una especie de juicio sumario, a todas luces desigual, el primero en Hermosillo, Sonora, y el segundo en Oaxaca, en donde no se sabe de protestas al pie del penal-, han provocado el caos y amenazado a los poderes estatales.
En el caso de Chiapas, las provocaciones han sido mayores por parte del gobierno federal que de los disidentes de la CNTE quienes, en realidad, reaccionaron ante las afrentas contra ellos cometidas. Sin embargo, la manipulación de los informadores ha cambiado la perspectiva, azuzando a los mentores, para dar la impresión equivocada de que son éstos los responsables del mal clima, desprestigiándolos ante no pocos mexicanos crédulos, por cuanto a sus marchas y plantones que, en distintas ocasiones, han sido pretextos para la aparición de vándalos prohijados por la propia clase política pintada de distintos colores. ¡Es falso que los maestros promuevan la barbarie sin sentido!
Y quien dude tiene una prueba evidente: tras el escarnio sufrido por siete profesores (as) en Comitán –cuna de elba esther gordillo morales, por cierto-, quienes fueron rapados presuntamente por maestros de la Coordinadora, siete de los agresores fueron identificados y cuatro de ellos aprehendidos; de haber pertenecido a la CNTE los ultrajadores habrían sido motivo de otras querellas cívicas para liberarlos por parte de sus compañeros y tal, hasta el momento de escribir estas líneas, no ha sucedido. Este desenlace es de suma importancia porque exhibe la ruindad de los operadores del centro para descalificar al movimiento civil.
Otra importante circunstancia se da cuando, desde la sierra chiapaneca, los voceros del EZLN, encabezados por “Galeano” –otrora “Marcos”- advirtieron que tenían capacidad para abrir fuego, como en aquel terrible amanecer del primer día de 1994, el año de los magnicidios, si las tropas federales, incluyendo los agentes subordinados a la Secretaría de Gobernación, no dejaban la entidad donde se asientan respetando así la soberanía de las entidades federales desollada por la fallida estrategia del “mando único”, ideada por peña y el general colombiano Óscar Naranjo Trujillo –como si en nuestro país no hubiese expertos para enfrentar los conflictos territoriales-, con desplazamiento de los gobiernos y corporaciones estatales. No han hecho caso y nos acercamos, peligrosamente, a la catástrofe.
Es un hecho, sin género de duda, que es el gobierno federal quien fraguó la rebelión de los mentores y no las administraciones regionales tratadas como testigos de piedra; éstas tienen otros, muchos, pecados pero no éste y, sin embargo, ahora parecen sitiadas, en jaque –con posibilidades de llegar al jaque mate-, por cuenta de los operarios de Los Pinos y de sus mayores servidores, entre ellos, claro, el indecoroso secretario de Educación, Aurelio Nuño Mayer. Pero no podemos decir que pagan justos por pecadores porque no parece haber miembro de la clase política actual que pueda alegar estar a salvo de los pantanos de la corrupción.
Dicho lo anterior es necesario exigir no sólo congruencia en los actos de un régimen ya juzgado, el del señor peña, sino más que nada la preservación de la paz social habida cuenta de las dimensiones tomadas por los conflictos callejeros –hasta los empresarios ahora se manifiestan grotescamente porque no está a gusto con la reforma fiscal, en el fondo de sus actitudes falsarias contra “la corrupción”-, y cuanto puede ocurrir si las hogueras se prenden por toda la República y las demandas suban de tono hasta exigir, como fundamento central, no las cabezas de los gobernadores, en éste único caso sin responsabilidad en la controversia, sino la del presidente peña nieto quien, con obsesiva terquedad y soberbia, se mantiene en sus trece provocando que las llamas se conviertan en un incendio de dantescas proporciones.
Insisto: los maestros no son quienes se niegan a intercambiar ideas sino el gobierno peñista repelente a ellas guiado por una prepotencia enfermiza y dañina.
Debate
En el círculo de fuego –no hablo del “rojo” para evitar comparaciones con el de fox que colocó en el mismo a los críticos de su falso “inmaculado” gobierno-, se sitúa Aurelio Nuño Mayer, un desconocido hasta hace unos años cuando surgió como jefe de asesores de la Presidencia para saltar, literalmente, a la secretaría de Educación cuando su especialidad era otra; de acuerdo a su tesis magisterial en Oxford, donde además dio clases pero al estilo de primero mundo, esto es sin conocer desigualdades profundas, podría construirse “un estado nación sin impuestos”. Y en la praxis ha optado por hacer y apoyar lo contrario.
Es él quien, sin duda, en su condición de efebo y presidenciable, ha prendido las hogueras con un lenguaje provocador, sin ningún ánimo conciliatorio, como si imponerse a la fuerza al gremio magisterial fuera la medalla para conquistar la nominación presidencial priísta –que dista mucho de ser favorita de cara al 2018-, y el favor consiguiente de enrique peña nieto, su inventor y promotor. Por eso está tan seguro de actuar en la línea correcta aunque haya extraviado, y de qué manera, rumbo y perspectiva ateniéndose a las reglas de la nueva aristocracia mexicana pisoteando las últimas banderas sociales que empuñaban los gobiernos dispuestos, sólo retóricamente, a adueñarse de los saldos revolucionarios.
Sin duda, a Nuño le haría bien un bien intencionado recordatorio: los conflictos por él generados, desde la ciudad de México, han estallado en las entidades federales sin que él se mueva del escritorio de Vasconcelos. Una muestra: desde su nombramiento como secretario de Educación Pública, el 27 de agosto de 2015, no se ha parado en Chiapas, donde brotó una de las células más agraviadas del CNTE, ni una sola vez… dejando en otros la responsabilidad de sus propios linchamientos públicos.
¡Así de valiente es el delicado ministro del peñismo enfermo!
La Anécdota
No son pocos quienes, al percatarse de la delgadez extrema de Héctor “El Güero” Palma Salazar, han solicitado la receta para bajar de peso. Y ésta es muy fácil de encontrar en los reclusorios de los Estados Unidos en donde no se almuerzan, precisamente, hamburguesas.
-Lo mandamos gordito –me dice una fuente de la PGR-, y nos lo devolvieron en los huesos. ¿No tenemos derecho a pedir una indemnización por ello a las autoridades “gringas”?
Mientras tanto, la defensa del “capo” lucha por lograr una libertad que sería tan absurda como la de Rafael Caro Quintero, liberado en agosto de 2013 luego de pasar veintiocho años a la sombra. Desde luego, antes, debería volver a su forma original, comiendo las nutrientes necesarias, para evitar reclamos. Vaya mundo.
De existir la soberanía de las entidades ni siquiera se plantearía la creación de un “mando único”
sino que la intervención de las fuerzas federales dependería de la solicitud de las estatales.
En México, el presidencialismo lo puede todo;
hasta sostenerse con la repulsión de ocho o nueve mexicanos de cada diez.