Londres, 24 jun (PL) Los temores de la Unión Europea (UE) se confirmaron hoy, tras un día de votación en el referendo británico en el que 17 millones 410 mil personas aprobaron la salida de Reino Unido del bloque continental.
La citada cifra representa 51,9 por ciento de la cantidad total de votantes, lo necesario para superar con lo justo a los 16 millones 140 mil que votaron por la permanencia del país en el Club de los 28, lo que representa un 48,1 por ciento de los electores.
Del total de personas que asistieron a los 41 mil centros de votación habilitados a lo largo y ancho del país, poco más de un millón inclinaron la balanza hacia la salida definitiva de la nación de la UE, una decisión que afecta el proyecto europeo debido al peso que tiene la economía británica a nivel mundial.
El brexit -como se conoce comúnmente la campaña a favor de la salida de Reino Unido del bloque- se concreta tras una jornada que los entusiastas de la partida quieren declarar como el «día de la independencia británica», según reportan varios medios locales.
Acorde a los reportes posteriores al referendo, de los 46 millones 500 mil ciudadanos que fueron citados a votar, el 72,2 por ciento acudió a las urnas, lo que representa la mayor participación en una votación en Reino Unido desde 1992.
El antecedente más directo que tiene este referendo data de 1975, cuando los británicos realizaron un plebiscito para salir de la Comunidad Económica Europa, antecesor de la UE, aunque en aquel entonces los votantes se decantaron por mantenerse dentro del grupo.
Por último, las fuentes británicas recordaron el frágil estado en que se encuentra la gestión del primer ministro David Cameron, el cual había prácticamente apostado su carrera política a la opción de la permanencia (o bremain) y ahora pierde gran parte de su credibilidad ya que fue él quien promovió el referendo.
Sólo horas después de concretarse el brexit, ya los primeros reportes suenan alarmantes en el ámbito internacional, con caídas de monedas y mercados a nivel global, en especial el denominado Viejo Continente que está expectante ante la incertidumbre que le depara en el futuro una decisión de esta magnitud.