Washington, 28 jun (PL) Donald Trump, el incendiario aspirante a la candidatura republicana a la presidencia de Estados Unidos, mantiene hoy un inesperado silencio respecto al reciente rechazo a una ley anti-aborto que irrita a los sectores más conservadores de su partido.
Apenas una semana después de prometerle a grupos evangélicos que nombraría a jueces «pro-vida«, Trump mantiene un perfil bajo respecto a la reciente decisión del Tribunal Supremo de reconocer y garantizar el derecho al aborto.
Hillary Clinton y Bernie Sanders, los aspirantes demócratas, saludaron la decisión de la Corte, y la ex-secretaria de Estado fue más allá y criticó a Trump por sugerir que las mujeres que ejercieran su derecho al aborto debían ser castigadas.
Todos esperaban una réplica del polémico magnate, célebre por su misoginia, pero quizás por primera vez en toda la campaña, el candidato republicano permanece con la boca cerrada, algo que encoleriza a grupos «pro-vida» que se sienten traicionados.
Justo la pasada semana el representante del «Grand Old Party» recibió el apoyo de Troy Newman, presidente de Operación Rescate, un grupo considerado extremista, porque considera justificable el asesinato de quienes realicen abortos.
Otros voceros del conservadurismo ya llaman «cobarde» a Trump por no rechazar la medida contra uno de los pilares de la plataforma republicana.