Naciones Unidas, 10 jul (PL) El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, reiteró hoy sus preocupaciones por los fuertes combates que afectan desde la semana pasada a Juba, la capital de Sudán del Sur.
En un segundo comunicado en los últimos tres días, el diplomático reclamó al presidente Salva Kiir y a su principal rival, el nuevamente vicepresidente Riek Machar, «hacer lo imposible con su poder para detener las hostilidades y ordenar a las respectivas fuerzas retirarse a sus bases».
La violencia sin sentido que azota a Sudán del Sur es inaceptable y tiene el potencial de revertir los progresos en el proceso de paz, advirtió.
Kiir y Machar acordaron este año formar un gobierno de unidad nacional, en aras de acabar con los enfrentamientos que estallaron a finales de 2013, con saldo de miles de muertos y más de dos millones de desplazados.
El mandatario sursudanés calificó de golpe de Estado la rebelión de militares leales a Machar dentro de las filas del Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán, fuerzas que han retomado las armas.
Ban lamentó este domingo que la Misión de Naciones Unidas en el país -que celebró ayer los cinco años de su independencia- haya quedado atrapada en un fuego cruzado en Juba.
«Me siento profundamente frustrado, porque los combates se reanudaron, pese a los compromisos de paz de las partes», insistió.
Para el Secretario General de la ONU, en el actual escenario lo más importante es que los líderes eviten una escalada de las hostilidades, así como su diseminación hacia otras regiones.
También el Consejo de Seguridad manifestó hoy alarma por los enfrentamientos y llamó a las partes a detenerlos.